Esta sentencia es un nuevo ataque de Europa a sus propias raíces cristianas y a los cristianos europeos
En una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) ha dictaminado que prohibir llevar símbolos religiosos en el trabajo no es discriminación si se aplica a todos los empleados y a todas las creencias.
En su sentencia, la institución europea considera que "la religión y las convicciones constituyen un mismo y único criterio de discriminación, sin pena de menoscabar el marco general para la igualdad de trato en el empleo y la ocupación establecido en el Derecho de la Unión, más concretamente en la Directiva 2000/78".
La sentencia viene a raíz de un caso que lleva en cauce judicial desde 2018, un litigio que enfrenta, por un lado, a L.F., una mujer de confesión musulmana que manifestó su deseo de llevar el pañuelo islámico, y, por otro, S.C.R.L., una sociedad que gestiona alquileres sociales que no permitió a la demandante llevar el velo para ajustarse a la política de neutralidad de la empresa, recogida en el reglamento laboral interno de la compañía. La mujer musulmana denunció a la empresa por discriminación y ahora el tribunal europeo dictamina que no es discriminación si se prohíbe en todas las religiones y a todos los empleados.
Decir que no es discriminación prohibir el uso de símbolos religiosos en el trabajo, es lo mismo que decirle a los cristianos que no pueden llevar sus símbolos religiosos, porque el cristianismo sí tiene culto a las imágenes y a los símbolos
Pero que no le engañen, el hiyab es un código de vestimenta femenina islámica, el Corán no obliga a llevarlo y menos aún a tapar el rostro, por lo no se debe considerar un símbolo religioso como tal, para empezar porque el islam es iconoclasta, es decir, rechaza el culto a las imágenes sagradas.
Decir que no es discriminación prohibir el uso de símbolos religiosos en el trabajo, es lo mismo que decirle a los cristianos que no pueden llevar sus símbolos religiosos, porque el cristianismo sí tiene culto a las imágenes y a los símbolos. Por lo que esta sentencia es un nuevo ataque de Europa a sus propias raíces cristianas y a los cristianos europeos.
El islam es iconoclasta. Es decir, una sentencia hipócrita que pone a todos los credos en paridad de estima pero que apunta contra los cristianos.