En EEUU, el estado de Maryland es uno de los que tiene una legislación más proabortista de todo el país. Sin embargo, a los legisladores demócratas no les basta con que se pueda matar a los no nacidos. Ahora proponen una ley que impediría acusar a las madres o los médicos por dejar morir a los recién nacidos después del parto, recoge Infocatólica.

El proyecto de ley SB669 (Ley de libertad de personas embarazadas de 2022) es muy explícito desde su primer párrafo:

“Este proyecto de ley aclara explícitamente que la autorización para enjuiciar a una persona por asesinato u homicidio involuntario de un feto viable (1) no puede interpretarse en el sentido de autorizar una investigación o sanción para una persona que interrumpe o intenta interrumpir su propio embarazo o experimenta un aborto espontáneo, muerte perinatal relacionada con la falta de acción, o muerte fetal y (2) no somete a una persona a sanciones penales o daños civiles por ayudar, informar o ayudar de alguna manera a una persona embarazada a interrumpir o intentar interrumpir el embarazo de la persona.

La medicina define período perinatal (*) al que transcurre entre la semana 20 de embarazo y la cuarta semanas tras el nacimiento, recoge Infocatólica".

La ley, de aprobarse, permitiría por tanto dejar morir de inanición a un recién nacido hasta que cumpla 28 días de vida (o al menos 7), sin que se pueda castigar penalmente a nadie por ello.

A esto hemos llegado en la muy desarrollada y progresista sociedad occidental: a dejar morir a un niño ya nacido porque no interesa que viva. ¿Y cómo se le deja morir? De sed, naturalmente.