El mundo del deporte femenino es uno de los más afectados con las leyes trans que corren a lo largo y ancho del mundo. Uno de los casos que más polémica ha suscitado en torno a las competiciones de mujeres con deportistas trans, ha sido el de la nadadora Lia Thomas -antes Will-. Y es que, la Federación Internacional (FINA) de natación propuso una nueva categoría para acoger a los transgénero, dado que las nadadoras que competían con Thomas se niegan a competir con deportistas transgénero que superan sus posibilidades por una simple cuestión biológica: son hombres. 

Más reciente los casos que contamos en Hispanidad, el de un atleta trans que batía el récord en los 200 metros... en la categoría femenina y el de una ciclista trans que pulverizó a sus competidoras en una carrera, lo que provocó que una de sus rivales se retira del deporte: "Es desalentador acabar perdiendo contra un hombre".

Ante el aumento de casos y las polémicas desatadas, la federación internacional de atletismo, World Athleticsm presidida por Sebastian Coe, anunció la pasada semana que las atletas trans no podrán competir en categoría femenina en pruebas internacionales, medida que entrará en vigor a partir del 31 de marzo.

Pese a este anuncio, muchas personas no entienden la injusticia que supone para las mujeres deportistas que las trans puedan entrar en competición, por ello Avi Silverberg, entrenador y levantador de pesas, ha decidido mostrar lo absurdo e injusto de estos hechos que día tras día se repiten. Sucedió en el Heroes Classic de Lethbridge, competición de powerlifting que se lleva a cabo en Alberta, Canadá, Silverberg se inscribió en el torneo como mujer y logró bartir el récord al superar la mejor marca hasta el momento registrada, de 167,5 kilos. 

Silverberg pudo participar como mujer y pulverizar el récord porque la normativa explica que se puede "participar en el género con el que se identifican, independientemente de si se han sometido o no a una terapia hormonal".

Para el Consejo Independiente del Deporte Femenino, ICONS, "Avi señala de forma evidente que las políticas que permiten el acceso de los hombres a los deportes femeninos eliminan por completo cualquier integridad en las competiciones femeninas. No importa cómo se exprese o se perciba Avi. Está claro que él no pertenece al deporte femenino, y tampoco cualquier otro varón, independientemente de su motivación para querer participar".

Silverberg conoce de primera mano cómo las chicas a las que entrena sufren una grave discriminación por la inscripción de mujeres trans en las competiciones en categorías femeninas, por ello decidió inscribirse como mujer. Así superó a la actual poseedora del récord, Anne Andres, declarada transexual y que estaba presente en el momento en el que superó su marca.

Anne Andres, días antes de la competición, aseguró: "Me operé. Puedo demostrar sin ningún género de dudas que he superado todos los pasos, lo que significa que cualquiera que sea el organismo rector que decida tomar decisiones, o pasaré esa prueba. En realidad, me preocupo por las mujeres en el deporte porque soy una mujer en el deporte". El debate y las críticas se han levantado porque muchas voces acusan a Silverberg de intentar humillar y burlarse de Andres.