Una senda de la que para un cristiano concienciado y coherente con su fe debe pensar para su vida y pesar en la conciencia
De cara al 23 de julio deberíamos ir abriendo camino, que es como si dijéramos ir abriendo horizontes, porque de este día depende mucho: España; o muchísimo: usted y yo con todas nuestras circunstancias, que diría Ortega.
Y si bien el Partido Popular se ha venido arriba con los resultados en las autonómicas y municipales del 28-M, también hay que recordar -y hay que hacerlo muchas veces hasta el 23J-, que no ha sido por su encomiable labor de partido principal de la oposición, sino por la desastrosa acción-erosión del gobierno a manos de Pedro Sánchez, por sus mentiras, sus pactos y triquiñuelas de trilero político. Y que también, hay que recordar que, primero Pablo Casado y luego Alberto Núñez Feijóo, no han sido el guardián del centeno que se esperaba de ellos y más bien han sido la zorra guardando el gallinero, ya que han dado su beneplácito a la continuidad de este presidente, padre de Frankenstein, negando sendas mociones de censura por puro tacticismo político, amén de las colaboraciones y leyes nefastas en las que han participado y mientras que Vox les hacía su trabajo debido a su oposición blanda. Y hablando de blandos, no tengo palabras para definir el discurso apocado, limitado y sin ideas de Feijóo, mi abuelita (que en paz descanse) tenía más sangre en su meñique que este hombre en el corazón.
Primero Pablo Casado y luego Alberto Núñez Feijóo, no han sido el guardián del centeno que se esperaba de ellos y más bien han sido la zorra guardando el gallinero, ya que han dado su beneplácito a la continuidad de este presidente, padre de Frankenstein
Pero tenemos que decirlo, tenemos que repetirlo las veces que sea necesario: el Partido Popular es compinche en la agenda globalista, progresista y de ideología de género. Una senda de la que para un cristiano concienciado y coherente con su fe debe pensar para su vida y pesar en la conciencia. No lo digo yo, lo avisó con contundencia el mismísimo don Antonio Cañizares que, aunque lo decía por las del pasado 28 de mayo, sigue sirviendo para las próximas de julio: «Esta responsabilidad entraña, en primer lugar, el deber de votar, ejercer nuestro derecho a votar y elegir conforme a lo que nuestra conciencia nos dicte responsablemente para el bien común», y añade entre otras muchas cosas más, que «no nos podemos conformar con el mal menor». Y es que, a un partido político, el que sea, que esté a favor, que promociona e inyecta millones en la proliferación del aborto, el homosexualismo o en leyes que van en contra del propio ser humano como la ley de transexualidad o la eutanasia, un católico no puede votarles.
Pero si por un lado todo un cardenal de la Iglesia dice esto, no se crean que los mandamases del PP han aflojado. José Manuel García-Margallo, uno de la vieja guardia pepera, ha marcado terreno. Atención, porque no tienen desperdicio estas declaraciones: «Ni un paso atrás en materia de libertades y, en concreto, estoy pensando en el tema de la violencia de género… Nosotros no creemos en una economía trampiana, una economía sin regulación, ni compensación social a los vulnerables. Nosotros somos profundamente europeístas, no somos soberanistas, Vox lo es, está sentado en los escaños con los polacos y con los húngaros. Nosotros creemos en las instituciones, en el cambio climático, en la Agenda 2030, el pacto contra la pobreza. Estas son las líneas rojas que el Partido Popular no va a traspasar nunca. Y ahora, qué es lo que tenemos… Hacer ese proyecto muy nítido para reconocernos a nosotros mismos y ser reconocidos, sentarnos a la mesa diciendo “esto es lo que somos…”». Margallo es de esos que dicen que «la Agenda 2030 es el Evangelio» y no es el único progre liberal que lo asegura. Y digo esto porque entre los votantes de este proyecto donde reconocernos a nosotros mismos y ser reconocidos hay quien vota con una mano y comulga los domingos con la otra. Se llama incoherencia, ignorancia, ser del montón… ¡Hipocresía!
García-Margallo ha marcado terreno: nosotros creemos en las instituciones, en el cambio climático, en la Agenda 2030, el pacto contra la pobreza. Estas son las líneas rojas que el Partido Popular no va a traspasar nunca
Dejarse llevar por el efecto ola de las elecciones del 28-M y caer en el pensamiento Alicia del voto útil es un error clásico, pero error de todas formas. Hay que votar lo que consideres qué es mejor para ti y los tuyos; es decir, lo que consideres que fortalece el bien común.
Y por si hay dudas, aclaro qué no puede ser bien común. Por ejemplo, una ley que proclama el derecho a matar al ser humano no nacido; ni tampoco la eutanasia, eso que llaman muerte digna, sin hacer una propuesta legislativa sobre los cuidados paliativos y la dependencia de tantas personas; no es bien común, aquellas leyes que rompen con la igualdad ante la justicia que nos ampara la Constitución, como la ley de violencia de género; no es bien común, la pretendida ley de familias que equipara reuniones de seres humanos con un padre, una madre y sus hijos; nunca es bien común cuando igualas animales con seres humanos, cuando les das derechos que no tienen algunas personas; no es bien común tampoco, cuando creas diferentes tipos de personas en una misma sociedad, entremezclando inmigrantes de llegada ilegal, con aquellos otros que han luchado por incluirse en el sistema que nos acoge a todos, trabajando, cotizando, responsabilizándose de sus obligaciones… Y nunca jamás es bien común, cuando la clase política se arroba derechos que se protegen así mismos para no responsabilizarse de sus delitos…
Por ejemplo, una ley que proclama el derecho a matar al ser humano no nacido; ni tampoco la eutanasia, eso que llaman muerte digna, sin hacer una propuesta legislativa sobre los cuidados paliativos y la dependencia de tantas personas
Recuerda: Vota lo que tú creas bueno. No votes cuando otros te dicen que es mejor para ti.
El Reverso Tenebroso de la Agenda 2030 (Scribo), de Cipriano Silva Camarzana. Desde la perspectiva escéptica se asegura la existencia de un plan global totalitario que persigue el colapso de la civilización, para esclavizar a los pocos supervivientes, de forma que una pequeña élite detente todo el poder con la instauración de un Nuevo Orden Mundial (NOM). Según los partidarios del escepticismo, esta conspiración contra la Humanidad estaría recogida con dobles sentidos en la Agenda 2030. En esta obra se expondrán las interpretaciones escépticas sobre cada uno de los 17 protocolos de esta Agenda Global.
Votar en conciencia -ebook- (Editorial UC), de Pbro. Francisco Javier Astaburuaga Ossa. Todo lo que atañe a la comunidad de los hombres –situaciones y problemas relacionados con la justicia, la liberación, el desarrollo, las relaciones entre los pueblos, la paz–, no es ajeno a la evangelización; esta no sería completa si no tuviese en cuenta la mutua conexión que se presenta constantemente entre el Evangelio y la vida concreta, personal y social del hombre.
Historia del globalismo (Sekotia), de Daniel Miguel López Rodríguez. Es imprescindible este libro para comprender los movimientos estratégicos de las sociedades de occidente dirigidas desde las instituciones no gubernamentales, políticas, financieras e ideológicas. ¿Por qué existen ciertos intereses globalizantes? ¿Nos beneficia a todos o solo a unos pocos? ¿Es o no una conspiranoia? ¿Podrá ser posible?