Como ha informado Hispanidad, el pasado 1 de septiembre de 2021 entró en vigor la Ley Heartbeat en Texas, prohibiendo el aborto desde el momento en que se pueda detectar el latido fetal en el no nacido, algo que suele ocurrir en torno a la sexta semana de embarazo.

Pocas semanas después comenzó a hacerse visible una reducción en el  número de abortos, no solo porque disminuyese considerablemente la cifra de mujeres que podían acceder a esta práctica, sino también por la literal puesta en fuga de médicos abortistas, informa Religión en Libertad.

Varios meses después, la Comisión de Salud y Servicios Humanos ha publicado los datos relativos al aborto en el estado y los resultados son alentadores: el primer mes que la ley entró en vigor se practicaron un total de 2.197 abortos, lo que supone un 51% menos respecto del mismo mes de 2020.

Estos datos, expone National Review, significan que la nueva ley está impidiendo que se realicen 75 abortos en Texas cada día.

Estos datos, expone National Review, significan que la nueva ley está impidiendo que se realicen 75 abortos en Texas cada día

Según las cifras que maneja Heartbeat International son 24.246 las vidas que se han salvado gracias a la nueva ley en Texas, añade Religión en Libertad.

Una ley que, además, no solo está salvando vidas sino que las está fomentando: el 41% de los centros de embarazo situados en Texas y los estados circundantes afirman asistir a un aumento de los embarazos, destaca la organización.

La nueva ley llegó en un momento óptimo para enfrentar un aumento en las tasas de aborto en el estado, donde se practicó en más de 39.000 ocasiones durante los primeros 8 meses de 2021, un 11% más con respecto a la misma franja temporal de 2017.

La Ley del latido del corazón fetal se enmarca en una corriente legislativa que si bien no es capaz de restringir por completo el aborto, muestra que es posible reducir drásticamente esta práctica, como también sucede en Polonia o Irlanda, recuerda Religión en Libertad.