En Hispanidad hemos hablado de padres blanditos e hijos caprichosos. ¿Por qué? Pues, por ejemplo, por situaciones como las que compartía este profesor, difundiendo los mail que le enviaban algunos progenitores.

¡Cuidado! porque, al parecer, ahora hay estudios que corroboran, véase, que corregir los exámenes con boli rojo provoca ansiedad en el alumno. Lo explicaba una orientadora en una entrevista a La Voz de Galicia. 

Y así, descubrimos que, "Ws verdad que hay colores que no resaltan tanto, pero el rojo ya está muy estigmatizado por el mal uso que se vino haciendo en la enseñanza tradicional. Eso es lo que tenemos que cambiar, ese enfoque a la hora de corregir".

Nieves Argibay aconseja al equipo docente que, a la hora de corregir, haga aportaciones como, por ejemplo: «Te ha faltado indicar esta fecha, pero el argumento está genial» o «sigue así, muy buena reflexión», lo que sea. Entonces, yo más que recriminar un color, reivindico que hagamos uso de correcciones con un feedback más constructivo.

¿Y por qué no acompañar las anotaciones del profesor con emoticonos: caritas sonrientes, o triste -si es el caso- o serpentinas, cajas de regalos o la famosa muñeca 'flamenca' del whatsapp? Seguro que los alumnos de este siglo XXI -que deben ser, recuerden el 'modelo' Sanchista, sensibles ante todo- lo entienden mucho mejor... y, no se traumatizan. Faltaría más.