En Hispanidad, hemos definido al alumno modelo del Sanchismo como vago, ignorante, blandito... y gamberro. De hecho, los docentes dedican un 20% de su tiempo a mantener el orden en las clases de Primaria y un 18% en Secundaria.

El informe del Defensor del Profesor, servicio prestado por el sindicato ANP, recoge que el 42,6% de los casos atendidos corresponde a conflictos con el alumnado y el 34,4% a problemas con las familias, porcentajes similares a los del curso anterior.

Aumentan las faltas de respeto de familiares de alumnos (de 313 casos a 320) -ojo, que no hablamos de los propios alumnos- y las presiones para modificar notas (162 frente a 136). Las falsas acusaciones son, tras las faltas de respeto, el problema más recurrente. A continuación, se sitúan las dificultades para dar clase y los casos de acoso.

En cuanto a las agresiones físicas, su número disminuye levemente respecto al curso 2023-2024: se han registrado 141 cometidas por el alumnado (frente a las 157 del año anterior) y 33 llevadas a cabo por familiares (frente a las 41 del curso anterior).

En cualquier caso, la coordinadora del servicio ha recalcado que "las situaciones de conflictividad que se comunican al servicio son solo una pequeña parte de las que sufre el personal docente".

Y, del lado de los docentes, vean este vídeo de uno de ellos, explicando por qué cree que se ha perdido la autoridad en las aulas: "Lo importante ya no es cómo son las cosas o cómo suceden, lo importante es cómo tú las sientes". "Si un alumno siente que un profesor es mal profesor, es que es mal profesor. Y si siente que un suspenso es injusto, es que es injusto".