Resulta que doña Yolanda Díaz,  vicepresidenta segunda del Gobierno, se puso la tercera dosis de la vacuna Covid... y está con Covid.

Y a todo esto, ¿quién decide lo que es científico y lo que no, quién es científico y quién no? Google y Facebook y los verificadores de George Soros. O el que inyecte más miedo a la parroquia

Más: un asturiano de 20 años sometido a tratamiento de diálisis tras vacunarse del Covid. Por si no ha quedado claro, habla de "relación causa-efecto". 

Diálisis

No sé si lo cogen: vacuna eficaz, segura, sin efectos secundarios y... forzosa o semiforzosa, bajo el síndrome Djokovic: mi capitán, mi capitán, ¿desato a los voluntarios?

Mientras. el mundo sigue su curso, sobre todo en las redes sociales que, en esto de la pandemia, han mejorado la reducidísima tasa de libertad de los medios informativos.

Y ya es raro que dos años después del inicio de la pandemia, aún no sepamos el origen del virus

Por de pronto, Novak Djokovic provoca sin mascarilla. Nos lo cuenta Sonsoles Ónega, sin mascarilla. 

Sonsoles Ónega

La OMS advierte, y esconde la advertencia, sobre los posibles efectos secundarios de la vacuna. Pero si los cuentas tú, eres un negacionista y debes ser silenciado.

Exigimos que los coautores salgan en televisión con mascarilla. y los concurso de belleza, también. Los sin bozal van provocando e infestando. 

Interesante twit sobre Escocia: los vacunados tiene más probabilidades de morir por Covid que los no vacunados. datos del Parlamento escocés.

El mundo está invadido por una especie de pensamiento invertido pero muy generalizado. Nadie se pregunta, como apunta el cuadro, ¿por qué si la vacuna es tan perfecta te tienen que forzar a que te la pongas y por qué si es es un enfermedad tan mortal te tienen que hacer un test para que te des cuenta?

Porque claro, ocurre que etiología es la ciencia que estudia la causa de las cosas, el porqué, o sea, lo interesante, la busilis de la cuestión, la almendra del asunto. 

En medicina, se denomina etiología a la ciencia que estudia el origen, especialmente las enfermedades contagiosas. El genio histórico de la etiología médica, en concreto en las enfermedades contagiosas, y tal es la que nos ocupa, fue el católico Luis Pasteur, el mismo que advirtió que sí, que la ciencia no tenía ni fe ni patria, pero los científicos disponían de ambas cosas, además de un sectarismo inconmensurable de narices.

Viene esto a cuento de que si el genio Pasteur viviera en 2020, ya habría dedicado muchas horas a conocer el origen del Covid, porque, mientras no sepamos su origen, tampoco conoceremos, como en ninguna otra cuestión científica o racional, su desarrollo, su alcance, sus consecuencias. Y ya es raro que dos años después del inicio de la pandemia, aún no sepamos el origen del virus. 

En resumen, la histeria Covid se mueve según el viejo aforismo: cara, yo gano; cruz, tú pierdes. Si la vacuna no funciona, más vacunación. Y si no te libras del virus pero no resulta letal será... gracias a las vacunas.

Y a todo esto, la clave de todo el debate, es decir ¿quién decide lo que es científico y lo que no, quién es científico y quién no? Google y Facebook y los verificadores de George Soros. O el que inyecte más miedo a la parroquia. 

Oiga, y ya resulta raro que dos años después del inicio de la pandemia, aún no sepamos el origen del virus.