Todo ha cambiado y nada ha cambiado en el proceloso universo del coronavirus. La risueña Margarita del Val continúa alegrándonos la vida cada día: ahora afirma que la actual oleada es grave

Mientras, cada día son más las personas que desconfían de los mensajes oficiales. Y también empiezan a ser mayoría quienes muestran cierta suspicacia sobre la utilización espuria que ciertos 'pulpos' (como el de Bob' 22) han hecho del Covid. 

pulpo bob 22 (1)

Como también son muchos los que no se fían, lo que se dice nada, de las tesis oficiales, porque llevan dos años escuchando tesis de expertos... absolutamente contradictorias y constantemente modificadas.

Y la imagen más dura -de @sociedadeilustrada-: ¿cómo es posible compatibilizar la actual histeria pro-abortera con la obsesión puritana por detener al virus mediante unas vacunas, que sin duda han hecho algo, pero que se han fabricado tan deprisa y corriendo que, acerca de ellas, no se puede hablar sino bajo duda permanente y argumentos inconclusos?

En cualquier caso, para mí la viñeta del día es la de Úrsula von der Leyen (firmada por elchicotriste), imagen icónica del nuevo globalismo: con la agenda 2030 y el nuevo reinicio del Club de Davos (recuerden el glorioso vídeo del no tendrás nada y serás feliz). Un poder emergente regido por los nuevos Decálogos de la Agenda 2030, que pone al hombre al servicio del planeta, en lugar de hacerlo al revés... como debe ser y como siempre ha sido. Todo ello patrocinado por las grandes multinacionales, en este caso Pfizer, hasta crear un oligopolio plutocrático, el peor de todos los oligopolios, porque merma la libertad aún más que los oligopolios ideológicos. 

Oiga y no es que la gente no esté dispuesta a hacer caso de los profetas de sanidad pública, que utilizan el miedo a la muerte para imponer su tiranía. No, el asunto es más simple: es que la gente está agotada de vivir en la anormalidad y el cansancio, el agotamiento, es un remedio, mal remedio, pero remedio a fin de cuentas, contra el miedo. 

CIENCIA

La actitud de la mayoría puede resumirse así: sí, el Covid era y hasta puede ser letal, pero no aguanto vivir así. O lo que alguien dijo justo cuanto todo empezó. Para vivir así, prefiero el virus.