Feminismo y medio ambiente son los dos sumideros por donde se van nuestras vidas, nuestros derechos y nuestra libertad
Hay un rumor creciente de que la sociedad es cada vez menos libre. Hacen referencia al pasado, y no al de Franco precisamente. Los que comentan esto, hablan de hace 20 años para acá, y creo que tienen razón. ¿Por qué esa cifra tan meticulosa? Pues mire, porque acabamos de vivir un aniversario más del 11 de marzo de 2004, más conocido por 11M, recordado por las 192 víctimas mortales y diluido en la memoria colectiva por el propio Estado a través de un juicio de guiñol, falta de coraje político y los medios de comunicación amordazados. Solo la Asociación Peones Negros sigue puntualmente citada los días 11 de cada mes queriendo saber la verdad.
El 11M abrió una brecha en España como en ningún otro país podía haber ocurrido. Llama la atención que después del atentado más brutal, en todos los sentidos, que se había vivido en Europa, todos los países estuvieron más unidos a nosotros, que nosotros con nosotros mismos. Brecha que el PSOE provocó y con la que llegó al poder sobre el cadáver de casi 200 españoles... Que terminó con la etapa llamada de Transición y que volvimos al guerracivilismo. Entonces, en un acto de torpeza sin precedentes, solo comparable a Fernando VII, José María Aznar entregó el gobierno a la izquierda política más cainita de la que no nos libraremos por decenas de años, porque la izquierda sociológica solo vive del rencor, de una historia falsa por torticera.
Pero volvamos a eso de la libertad… En efecto, como dice el eslogan “desde el 11M todo es 11M y así, igual que mataron de forma bestial e inhumana, también han logrado partir a los españoles, trocearlos y enfrentarlos que es de donde sacan tajada. Deciden por nosotros con la frase icónica de “por tu seguridad” y tratan a la sociedad como un colectivo humano, porque ya no existe el bien común. Por eso, porque las políticas representan minorías, algunas de ellas muy minorías, manipulan y ponen a ciertos colectivos por encima de los demás a través de privilegios y subvenciones millonarias para dar luz a sus políticas.
El 11M abrió una brecha en España como en ningún otro país podía haber ocurrido. Llama la atención que después del atentado más brutal, en todos los sentidos, que se había vivido en Europa, todos los países estuvieron más unidos a nosotros, que nosotros con nosotros mismos
Feminismo y medio ambiente son los dos sumideros por donde se van nuestras vidas, nuestros derechos y nuestra libertad. Ambos dos están ahí para controlar y dirigir nuestros pasos. El feminismo no es una herramienta, ni tan siquiera igualitaria, es puro sometimiento a la propia mujer con la excusa de defenderla del hombre y del eterno patriarcado. Crean el drama para eternizar un problema inexistente, para seguir justificando sus políticas descabelladas e irracionales, independientemente de los resultados. También el medio ambiente es la herramienta que nos obliga a todos con políticas, obligaciones, prohibiciones y concienciación de lo malísimos que somos… Ese lavado de cerebro que nos lleva a odiar la carne, los motores de explosión y a dar más cobertura legal a un invertebrado que al mismo nasciturus.
En 1998 el presidente Richard Nixon convirtió en prioridad absoluta de la política exterior de Naciones Unidas el control de la población del mundo. Decidió que no podían imponerse los planes estratégicos globales por métodos represivos y exigió que se creara una nueva forma de pensar en que las mujeres fuesen las que libremente optaran por un hijo o, todo lo contrario, aborto o la negación absoluta a la maternidad. Es la razón y raíz de que la ideología de género, que ya existía como ideología pero que se trataba de forma exclusivamente teórica en reductos intelectuales muy minimizados, pasara a la práctica con gran profusión en las redes humanas desde ONG, fundaciones y presupuestos estatales para desarrollarla, para finalmente imponerla como antropología sustituta de la natural.
Nixon decidió que no podían imponerse los planes estratégicos globales por métodos represivos y exigió que se creara una nueva forma de pensar en que las mujeres fuesen las que libremente optaran por un hijo o, todo lo contrario, aborto o la negación absoluta a la maternidad. Esta es la razón y raíz de que la ideología de género pasara a la práctica
Así fue como Angie Elisabeth Brooks, primera mujer presidente de Naciones Unidas, dijo lo siguiente: «ya no se trata ahora de controlar la población del mundo dentro de los roles de género tradicionales, sino que ahora se trata de cambiar los roles de género tradicionales para controlar la población del mundo». De hecho, en la Cumbre sobre población que se celebró en el Cairo en 1994, y poco después en la no menos venenosa Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, Beijing 1995, cumbre sobre la mujer, se volvió a ratificar de forma más vehemente hasta el punto de que aquello que eran ideas se convirtieron en leyes coercitivas a través de algunos gobiernos. Y esto para que luego digan algunos obtusos o cínicos, que la artificiosidad de la ideología de género no tiene nada que ver…
Pero lo de la decosntrucción de la libertad tal y como se entiende en la conciencia de actuación, no queda aquí, siempre hay un paso más que dar. Ahora, de los creadores de “Es tu cuerpo, haz lo que quieras con él” nos llegan “Las ciudades de 15 minutos”, cuya trama consiste en que, tu cuerpo que ahora ya sí nos pertenece, decidimos qué hacer con él te guste o no. Esta nueva intentona, orwelliana hasta la náusea, pretende ayudarnos a salvar el planeta, porque como nosotros somos tontos, o peor, rebeldes, necesitamos que nos digan cómo, dónde, cuándo y qué hacer. Se trata de un sistema instalado en algunas ciudades super modernas y tan progres, como Oxford, donde empiezan a estar hartos de multas, cámaras de vigilancia, prohibiciones de pasos y obligaciones de horarios… Todo muy comunista, pero muy ecológico y feminista, porque por lo visto nuestras ciudades están diseñadas desde el heteropatriarcado y, por lo tanto, en contra de la mujer, cómo no: «Las ciudades han sido diseñadas para un hombre blanco que se desplaza en coche”, asegura Blanca Valdivia, miembro de un colectivo que reivindica el urbanismo feminista. ¿Y en España quién defiende este proyecto…? ¡Justo, la izquierda woke! Más País con Iñigo Errejón y su franquicia local de Más Madrid con Mónica García y Rita Maestre a la cabeza, que saben que para ellos nunca habrá restricciones. Sin embargo, ellos sí serán libres.
“Las ciudades de 15 minutos”: su trama consiste en que, tu cuerpo que ahora ya sí nos pertenece, decidimos qué hacer con él te guste o no. Esta nueva intentona, orwelliana hasta la náusea, pretende ayudarnos a salvar el planeta, porque como nosotros somos tontos, o peor, rebeldes, necesitamos que nos digan cómo, dónde, cuándo y qué hace
Las tendencias absurdas de control proliferan, la corrupción política riega los escaños y la izquierda rancia podemita concentra sus esfuerzos en hablar del placer de las mujeres a partir de los 50, la regla, su masturbación o de cómo las políticas estatales van a paliar las molestias de la menopausia. Mientras, los problemas reales crecen y la sociedad adormece con el pan y circo que nos proporcionan sus señorías desde el congreso.
¿Hacia un nuevo orden mundial? (Deusto), de José María Beneyto. Este libro colectivo de 16 aportaciones, pasa revista a un tema que es el que hoy preocupa en Europa: las repercusiones económicas que pueden tener las sanciones, junto a lo que supone para la red energética del continente. Asimismo, otros efectos colaterales son también analizados: los refugiados, el sistema de la OTAN, la alianza con Estados Unidos, el efecto en las relaciones intraeuropeas, etc. Un libro de interés cada vez más creciente que puede servir para hacerse una idea clara de lo que se está jugando a escala internacional.
El ocaso de la democracia (Debate), de Anne Applebaum. Esta autora, premio Pulitzer, expone de forma clara y concisa las trampas del nacionalismo y de la autocracia. En este extraordinario ensayo explica por qué los sistemas con mensajes simples y radicales son tan atractivos. Los líderes despóticos no llegan solos al poder; lo hacen aupados por aliados políticos, ejércitos de burócratas y unos medios de comunicación que les allanan el camino y apoyan sus mandatos.
La democracia sentimental (Página Indómita), de Manuel Arias Maldonado. Que este libro siga estando en librería desde 2016 es por que está esperando a que pase por tus manos. Un ensayo razonado y razonable de por qué hemos llegado hasta aquí. A lo largo de sus páginas hace una interesante radiografía del sustrato de ideas que está operante en algo más que determinadas formas y formaciones políticas de la actualidad.