Hay muchas personas que no terminan de enterarse de que la batalla cultural que hoy vivimos encarnizadamente, se juega desde hace centurias, lo que sucede es que ahora es más visual y lo vivimos en tiempo real. Entonces, cuando sucedió aquello de la ruptura de la Iglesia en el siglo XVI, con Lutero embravuconado por los príncipes alemanes -que fueron quienes realmente mecían la cuna-, usaron del clérigo ensoberbecido para vivir mejor que aquellos a los que criticaba de Roma. Aquello fue el pistoletazo de salida, dando lugar a la gran guerra que subyace desde entonces en todos los conflictos de la Edad Moderna, convulsionando definitivamente en la Revolución francesa y orillándose por fin en el posmodernismo, que es lo que nos toca vivir.

El resultado de lo que vivimos hoy, es la batalla por la hispanidad y el anglosajonismo, unos luchando desde sus posiciones culturales, de raíces católicas que defiende la vida, la libertad y la solidaridad entre los hombres; y otros desde las trincheras del imperio estadounidense, provocando un daño de dimensiones universales, fomentando la cultura woke, la cancelación de ciertos discursos desde la dictadura de lo políticamente correcto y denigrando al ser humano con ideologías de género que destruyen el tejido social. Así rompen países y profundizan en la colectivización de las personas, induciendo al empobrecimiento de los pueblos y haciéndolos dependientes bajo un falso manto de libertad gracias a derechos que no lo son y que lo único que proporciona a sus ilusos defensores son paladas de tierra escarbada de su propia tumba.

Efectivamente, Occidente está sometido a Estados Unidos que promulga desde sus satélites supranacionales el Nuevo orden Mundial, pero como esto dicho así suena muy masón, han buscado un eufemismo que se pegan con un pin a la solapa del traje: Agenda 2030. Un verdadero catecismo laico que pretenden imponer para impulsar una serie de religiones que no admiten herejes ni ateos y por las que someten a los ciudadanos para que no tengan nada y sean felices, todo muy bien descrito en Un mundo feliz de Aldous Huxley.

Ahora, que acabamos de presenciar el golpe de autobombo que es el Foro de Davos donde los ricos del planeta, es decir los que deciden las finanzas del mundo con las que condicionan las políticas de los países y sus crisis, vuelven al ataque con soluciones para todos, porque si hay algo que caracteriza a estos milmillonarios es su ternura. Tanto es así, que su altruista proyecto es tan importante para ellos que han consagrado a la 'Pachamama' (Madre Tierra) como la nueva religión de la sostenibilidad.

Como son gente abierta estos de Davos, Klaus Schwab como pregonero de la fiesta, dejó el guión bien claro: «Lo que tenemos que mirar es una reestructuración sistemática de nuestro mundo…» , y con estos objetivos tan interesantes invitan a los presidentes de los países para que cuenten lo bien que lo hacen y, sobre todo, para transmitir al mundo entero que en su país son los más agendistas del planeta. En esto, como en tantas otras cosas, Pedro Sánchez es el más de los más. Ama la agenda 2030 y miente como un bellaco cuando le cuenta al mundo todo lo que él, y su gobierno, ha logrado en estos últimos cuatro años, vean, no tiene desperdicio. Como este iluminado, hubo otros que también vinieron al besamanos de sus amos, como Volodímir Zelenski o Gustavo Petro. Y como no podía ser de otra forma, Ursula von der Leyen, hablando por todos los europeos como si fuésemos una gran familia. También participó Bill Gates, que nos hizo espóiler sobre cómo será nuestro futuro -que no el suyo-, y entre sus aportaciones, hablando de las vacunas, dijo que «no queremos discriminar a nadie, si es más barato contar con fábricas pues así no discriminaremos a tantas personas». Y es que es lógico, porque en gran medida depende de él y su imperio de laboratorios y su afición a las vacunas, que no tendrían sentido si no tuvieran una enfermedad contra la que actuar… No sé si me entienden ustedes.

Sin embargo, un fallo en la matrix de Davos, permitió que se colaran gente como Javier Milei cuyo discurso ha sido el más replicado, aplaudido y rompedor resonando en todo el mundo, estimulando un giro en el pensamiento de muchos que parecían estar dormidos ante las ensoñaciones de los poderosos mundiales. Hay que romper con el colectivismo socialista que usan y agitan los propios neoliberales, es decir los miembros de Davos, como mecanismo de sometimiento. Así es, porque la propaganda izquierdista es dinámica y envolvente gracias a sus deseadas utopías e incendiaria envidia revestida de justicia. Europa se preocupa porque en las próximas elecciones continentales sospechan un giro importante hacia la derecha –“ultraderecha” dicen para sentenciar la decisión de los votantes-, pero ninguno se pregunta por qué han hecho mal los eurodiputados para que exista esta desafección hacia las políticas socialdemócratas, progresistas y globalistas.

En definitiva, estamos en un punto de inflexión de las culturas subyacentes, la hispanidad y el anglosajonismo. Un importante resurgimiento de la cultura que rechaza la leyenda negra, que tanto daño hizo y sigue haciendo, gracias a personajes del pelaje de Ernest Urtasun que capitanea ni más ni menos que el ministerio de cultura en España. Un hispanófobo de libro, con todo el poder de un gobierno con un objetivo claro: mentir más sobre España, la hispanidad y nuestra historia. ¡Es la guerra!

Un reportero en la montaña mágica (Ariel) Andy Robinson. Este reportero y autor, se desplaza por el laberíntico centro de congresos, por los bares de la estación de esquí y los atascos de limusinas para averiguar cómo la élite, ese 1% más rico, se garantiza el porvenir a costa del ciudadano, apoyando medidas que sigan incrementando la polarización de las rentas y el crecimiento de su propia riqueza. 

El problema de Bill Gates (Arpa) Tim Schwab. El sonado divorcio de Gates, las acusaciones de mala conducta en Microsoft y su relación con la Organización Mundial de la Salud y la industria farmacéutica durante la pandemia han empañado recientemente su imagen pública, el altruismo de la Fundación Gates sigue dándose por sentado. Sin embargo, Tim Schwab argumenta en este libro que Gates es la misma persona que dirigía Microsoft: un narcisista codicioso y autoritario.

Entre Este y Oeste (Debate) Anne Applebaum. La autora, la desgarradora historia de una región a través de los relatos de personas corrientes, que describen el modo en que los acontecimientos históricos influyen y marcan la vida. Un ensayo histórico, Entre Este y Oeste sobre los orígenes de la crisis geopolítica entre Rusia y Europa, ofrece algunas claves para entender el alma de estas tierras.