En EEUU, el viernes 4 de septiembre, un grupo de padres presentó una demanda contra el Departamento de Educación de California por el nuevo «Plan de estudios modelo de estudios étnicos» que requiere que los estudiantes «canten a los dioses aztecas», recoge Infocatólica de LifeSiteNews

En esos cantos se pide  a los «dioses por la liberación, transformación, descolonización» de América. 

La demanda fue presentada por Thomas More Society, un bufete de abogados sin fines de lucro dedicado a luchar por los derechos de la familia y la religión, en nombre de los padres de los estudiantes, así como de la Fundación Californianos por la Igualdad de Derechos.

Aztecas

«Nuestros clientes tienen una objeción tanto religiosa como cívica a la oración azteca, y no quieren que sus hijos la canten, que se les pida o presionen para que lo hagan, o que se arriesguen al ostracismo si se niegan», dijo el abogado de Thomas More Society, Paul Jonna

En esos cantos se pide  a los «dioses por la liberación, transformación, descolonización» de América

En cualquier caso, tanto la ley federal como la estatal prohíben la promoción de todas las religiones, incluidas las ceremonias, oraciones y doctrinas, en cualquier escuela financiada con fondos públicos, según la demanda. 

R. Tolteka Cuauhtin, el copresidente original del Modelo de Currículo de Estudios Étnicos, hizo referencia a su libro «Repensando los Estudios Étnicos», que aparece con frecuencia en el texto de la nueva instrucción de enseñanza. Su libro afirma que los cristianos blancos son responsables de cometer «teocidio» y reemplazar los dioses indígenas con el cristianismo. Cuauhtin añade que la gente debe trabajar para descolonizar Estados Unidos, a través de un método al que se refiere como «contragenocidio». Según Cuauhtin, si el cristianismo puede ser desmantelado con éxito en la sociedad estadounidense, dará paso a una «regeneración del futuro epistémico y cultural indígena».

Recordemos que los aztecas sacrificaban cruelmente a los prisioneros de otras tribus indígenas y ofrecían esos sacrificios a los dioses aztecas -Uitzilipochtli o Queltzalcoal-, quienes -según sus creencias- se los exigían.