Alberto Garzón está convencidísimo de que la gente en España tiene que darse cuenta del enorme impacto que tiene en el medio ambiente el consumo de carne –en particular la carne de res criada en mega granjas industriales– y cambiar sus hábitos alimenticios en consecuencia.

“La gente aquí conoce el papel que desempeñan los gases de efecto invernadero en el cambio climático, pero suelen relacionarlo con los automóviles y el transporte”, comentó Garzón a The Guardian.

Y el ministro de Consumo es una persona coherente con sus principios: “Sabíamos desde el principio que el tema sería polémico, pero era necesario llevarlo a cabo”, dijo. “Otros países –como Alemania, Reino Unido y Francia– están muy adelantados en esto. Fue la primera vez en España que alguien del gobierno dijo lo que los científicos han estado diciendo desde hace mucho tiempo”. Coherente y humilde. 

Los argumentos del titular de Consumo para justificar su 'cruzada saludable' -contra la carne, el azúcar, los roscones de Reyes, etc.- son, por ejemplo estos: 

“La ganadería extensiva es una forma de ganadería medioambientalmente sustentable y que tiene un gran peso en zonas de España como Asturias, partes de Castilla y León, Andalucía y Extremadura”. “Eso es sustentable; lo que no es en absoluto sustentable son estas llamadas mega-granjas… Encuentran un pueblo en una parte despoblada de España y ponen 4 mil, o 5 mil, o 10 mil cabezas de ganado. Contaminan el suelo, contaminan el agua y después exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados”. Han sido precisamente estas declaraciones del ministro las que han llevado a la patronal agraria a pedir su dimisión. En un comunicado, ASAJA considera: "inadmisibles las últimas manifestaciones de Garzón sobre la ganadería en las que indica que se exporta carne de mala calidad que proviene de animales maltratados". 

Ley del Roscón

Unos comentarios que han encontrado respuesta en las redes sociales:

the guardian
Garzón dimnite

En un momento de la entrevista con el diario británico se alude a que sus peticiones fueron objeto de burla y rechazo, incluso por parte de sus propios socios de gobierno. El ministro de Agricultura señaló que el sector agrario era objeto de “críticas profundamente injustas cuando merece respeto por el trabajo honesto que realiza tanto para nuestra alimentación como para nuestra economía”, mientras que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pareció burlarse de la sugerencia, comentando: “Hablando personalmente, es difícil superar un filete a término medio“.

Garzón atribuye las críticas amistosas a lo que denomina diplomáticamente “los diferentes programas y políticas” de los partidos de la coalición. Sin comentarios.