Si en la batalla entre Carmen Calvo e Irene Montero, Pedro Sánchez se posicionó del lado de la podemita para sacar adelante la ley Trans, en el caso del consumo de carne en España el presidente del Gobierno está del lado del ministro de Agricultura, Luis Planas, que no del comunista, Alberto Garzón. Y lo ha dejado claro desde Lituania, nada menos. Sánchez, no ha querido perder la oportunidad de entrar en materia sobre la polémica generada tras las “recomendaciones” del ministro de Consumo, Alberto Garzón, y su “boicot” a la carne roja. Publica La Razón que lejos de apoyar sus palabras, el jefe del Ejecutivo español las ha desautorizado: “A mí, donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible”. Y lo ha hecho desde Lituania, dentro de la gira báltica que está realizando estos días.

Sánchez apoya así a Planas, que esta misma mañana estallaba ante la desacertada campaña iniciada por Garzón y consideraba injusto y “absolutamente fuera de lugar” señalar con el dedo al sector cárnico, que considera parte de la riqueza de España. A su juicio, la campaña para disminuir el consumo de carne “es tan errónea como la del azúcar mata”. 
 
Después de la intervención de Sánchez, y con rumores de una remodelación en el Ejecutivo, ¿temerá Garzón por su sillón de ministro? Por si acaso, él ya ha dejado claro que -como diría Escrivá- es muy bonito estar en el Gobierno... aunque sea como ministro de marina o ministro frutero.
 
Sin que sirva de precedente, esta vez, Sánchez lo ha hecho bien.