Los partidarios internacionales de la ideología de género promovida por el lobby LGTBI perdieron terreno en un reciente acuerdo de la ONU en la Comisión de Población y Desarrollo. El acuerdo omitió incluso el lenguaje ambiguo que promueve la diversidad y la autonomía sexual que se incluyó en acuerdos recientes de la ONU, informa C-Fam.

La resolución dejó fuera propuestas controvertidas sobre el aborto, la homosexualidad y las cuestiones transgénero, así como propuestas polémicas sobre el acceso de los niños a la educación sexual integral, la anticoncepción y el aborto. Incluso omitió palabras de moda ambiguas como “formas de discriminación múltiples e interrelacionadas” y “mujeres en toda su diversidad”.

La resolución también incluyó un lenguaje que reconoce el derecho soberano de los países a implementar los acuerdos de la ONU de acuerdo con su cultura y religión, a los que los países occidentales generalmente se oponen hasta el último día de negociaciones, añade C-Fam.

La resolución también incluyó un lenguaje que reconoce el derecho soberano de los países a implementar los acuerdos de la ONU de acuerdo con su cultura y religión

Los delegados de la Unión Europea y otros países occidentales se sintieron decepcionados por lo que llamaron la "falta de ambición" y la "falta de progreso" del acuerdo en temas de homosexualidad y transgénero.

Delegaciones de países tradicionales, incluidos países del Golfo, Guatemala, Egipto, Irán, Irak, Nicaragua, la Federación Rusa, Yemen y la Santa Sede lamentaron la oposición de Occidente a cualquier mención de la familia y que no se incluyera en el acuerdo. También enfatizaron que la implementación del lenguaje relacionado con la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos en el acuerdo debe estar en línea con las leyes, la cultura y la religión nacionales, explica C-Fam.

La educación es uno de los temas más controvertidos en la comisión. Varias negociaciones colapsaron en los últimos años cuando los países occidentales querían declarar la educación sexual integral como un derecho humano. La educación sexual integral incluye enseñar a los niños a tener autonomía sexual de sus padres y que puedan decidir su género y sexualidad desde una edad temprana. Las naciones occidentales insisten en que ningún país debería poder oponerse a este tipo de educación sobre la base de la soberanía, la cultura o la religión.