Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Colombia, donde la proposición del parlamentario Juan Carlos Losada para convertir la capilla del Congreso en un “lugar de culto neutro” es una “persecución a la Iglesia Católica”, afirmó el P. Raúl Ortiz, director del Departamento de Doctrina, Promoción y Unidad del Diálogo del Episcopado, recoge Aciprensa.

En declaraciones a EWTN Noticias, el P. Raúl Ortiz señaló que “últimamente estamos asistiendo a una ola de intervenciones con respecto a la libertad religiosa”, amparadas en una “mala interpretación de la política pública de libertad religiosa” de 2018.

El sacerdote dijo que esta mala interpretación “lleva a pensar a algunas personas que los lugares de culto católico que se encuentran en establecimientos del orden público”, como el Congreso, “tienen que ser suprimidos para que no se comprometa la neutralidad que debe tener un Estado”.

Sobre el caso del Congreso, dijo que “lo paradójico de este asunto” es que además de la capilla católica, en el edificio “hay un lugar interreligioso desde hace algunos años”, con un atril, una biblia y libros de otras religiones.

“Entonces, ahí nos estamos dando cuenta que se trata más bien de una persecución a la Iglesia Católica. Lo consideramos así”, expresó el director del Departamento de Doctrina, Promoción y Unidad del diálogo de la Conferencia Episcopal de Colombia.

“En lugar de suprimir espacios de culto, lo que tendría que hacer el Estado, si quiere defender la diversidad religiosa de Colombia, sería crear nuevos espacios interreligiosos y no suprimir los que ya existen”, expresó.

La muerte de nuestra hermana regenerará la vida misionera en Mozambique y en todo el mundo

Nos vamos a Mozambique, donde las misioneras combonianas compañeras de la monja Maria de Coppi, asesinada por yihadistas, escribieron una carta al Papa Francisco en la que aseguraron que “los pasos de los misioneros en esta tierra no se detienen por la violencia”, recoge Aciprensa.

Fue la periodista Eva Fernández, corresponsal de COPE en Italia, quien entregó esta carta al Papa Francisco, en la que las misioneras explicaron que esta tela “es símbolo de la vida del pueblo de Mozambique y de tantos pueblos de África. Pertenece a las mujeres, también a las más pobres, porque gracias a esta tela ellas cuidan de la vida, desde el inicio hasta el fin”.

“La muerte de nuestra hermana regenerará la vida misionera en Mozambique y en todo el mundo", escribieron las religiosas en la carta entregada al Papa. Por último, señalaron que la muerte de Maria de Coppi “se convertirá en una semilla que regenerará la vida misionera en Mozambique y en todo el mundo”.

Tras el incendio de su misión, donde los religiosos acogían a desplazados que huyen de los grupos terroristas islamistas, esta monja perdió la vida y el resto de hermanas y dos sacerdotes misioneros del Véneto (Italia) -P. Lorenzo Barro y P. Loris Vignadel- pudieron salvarse.

Está claro que se ha utilizado la ley sobre la blasfemia para un ajuste de cuentas personal

Y en Pakistán, a Anwar Masih, un cristiano de 57 años, le ha sido denegada la libertad bajo fianza tras ser acusado de falsa blasfemia.

El abogado de Anwar Masih, Abdul Hameed Rana, ha declarado: “Está claro que se ha utilizado la ley sobre la blasfemia para un ajuste de cuentas personal”. Entre otras cosas, la hija de Anwar y su yerno, un musulmán, han negado los cargos contra Anwar Masih, afirmando que “la denuncia se ha presentado sin nuestro consentimiento” y diciendo en el tribunal que el hombre “nunca pronunció palabras blasfemas ni en la interacción personal ni por teléfono”. A pesar de ello, el tribunal ha denegado la libertad bajo fianza, recoge Fides.

Joseph Jansen, presidente de la organización Voice for Justice, que sigue los casos de las víctimas de errores judiciales en Pakistán, ha declarado que  “es un caso clásico en el que una disputa entre familiares se convierte en un caso de blasfemia”.

A principios de septiembre, el Tribunal Supremo de Pakistán ha pedido a los funcionarios del Estado implicados que tuvieran "el máximo cuidado y atención" al tratar los casos de blasfemia.

Según el ‘Center for Social Justice’, 1.949 personas han sido acusados en virtud de las leyes sobre blasfemia desde 1987 hasta 2021. Entre ellos hay 928 musulmanes, 643 ahmadíes, 281 cristianos, 42 hindúes y 55 ciudadanos de credo desconocido.