Decíamos en Hispanidad que se empieza a respirar un hartazgo hacia la necedad climática materializo, por ejemplo, en ciudadanos que retiran a activistas de las carreteras, que les impiden acudir o desarrollar sus trabajos. Por ejemplo, esta ciudadana polaca que se dirige así a uno de estos activistas: “¡Vete a la mierda, tengo que ir a trabajar!”

Mientras, la estupidez -y las consecuencias- de las 'acciones' de los activistas en sus protestas crece: manos pegadas en el cemento de una pista de aterrizaje para llegar incluso a parar el tráfico aéreo, botes de pintura que 'rebotan' a los activistas...

Relacionado