El progresismo, el paladín del aborto se ha echado las manos a la cabeza: así lo demuestra su último reportaje de la agencia francesa AFP. Nos encontramos con varias entrevistas realizadas por la agencia, que a su vez recoge el servicio de noticias suizo swissinfo.

Las entrevistas son a diferentes mujeres que tuvieron que abortar en la clandestinidad con métodos nada 'seguros' para su salud, porque en Afganistán el aborto no está permitido y si lo practicas o ayudas puedes acabar en la cárcel. Vayamos con esos relatos. Primero hablan con Bahara, que cuando estaba embarazada de cuatro meses, acudió a un hospital de Kabul para "suplicar que le practicaran un aborto. «No podemos hacerlo», le dijo un médico. «Si alguien se entera, acabaremos todos en la cárcel»."

Pero "Bahara estaba desesperada. Su esposo, desempleado, le había ordenado que «encontrara una solución»: no quería una quinta hija". ¿El problema? Lo cuenta la propia Bahara, "si fuera niño, podría ir a la escuela y trabajar", pero las mujeres tienen prohibido asistir a la escuela secundaria, no hablemos de ir a la universidad ni de acceder a la mayoría de trabajos. 

Bahara cuenta a AFP cómo se dejó aconsejar por una vecina que le recomendó una infusión que podía encontrar en el mercado, la tomó y las contracciones aparecieron, la hemorragia no se podía controlar y acudió al hopital: "Les dije que me había caído, pero sabían que estaba mintiendo porque no tenía marcas en el cuerpo. Se enojaron pero no me denunciaron".

"Me operaron y me extrajeron los restos del feto. Desde entonces me siento muy débil", pobre Bahara ella se siente débil tras matar a su hija. 

Seguimos con dos casos más: "Nesa tomó pastillas tóxicas para el embrión y Mariam se aplastó el estómago con una piedra". Y ojo que la agencia habló con hasta una docena de mujeres sobre "abortos clandestinos".

Nesa, madre de ocho hijas y un hijo, descubrió que estaba embarazada de otra niña a los cuatro meses: "Sabía que si mi esposo se enteraba, me echaría de casa. Él cree que nos va mejor con los niños". "Le rogué a una clínica que me ayudara. Me pidieron 10.000 afganis (unos 150 dólares), que yo no tenía. Fui a la farmacia sin receta y me dieron un medicamento contra la malaria, diciendo que me ayudaría". "Empecé a sangrar y perdí el conocimiento", contó Nesa. "Me llevaron al hospital y supliqué a los médicos que no me denunciaran, y me extrajeron los restos del feto".

Mariam, de 22 años, "mi madre contactó con una partera, pero le pidió demasiado dinero", contó. "Así que mi madre me llevó a casa (…) y me aplastó el vientre con una piedra muy pesada". "Grité y empecé a sangrar", dijo Mariam. "Fui al hospital y me dijeron que el embrión había desaparecido. Ahora estoy deprimida y tengo dolores de estómago constantes".

El cinismo del progresismo es tal que el reportaje asegura, con seriedad y gravedad, que "esto no es un caso aislado". Y es que, según trabajadores sanitarios entrevistados por el medio, "las autoridades comprueban con mayor frecuencia que no se practiquen interrupciones voluntarias del embarazo en los hospitales, lo que provoca pánico entre los médicos y empuja a las mujeres a abortar en secreto". "Antes (del regreso de los talibanes) podíamos practicar más abortos, había oenegés que nos ayudaban y no había controles gubernamentales», asegura una ginecóloga, "Ahora los médicos tienen miedo porque si revisan las recetas en una farmacia, es muy peligroso".

Todo un reportaje para decir que los talibanes son muy malos por no permitir el aborto, y que el aborto se debe legalizar en Afganistán, eso sí, obviando la clave de todo esto, el aborto siempre se practica si el bebé es niña. Como ya vimos que pasaba en Albania, no es que el musulmán defienda la vida, es que sólo le importa la vida del varón, ya sea feto, cigoto u hombre hecho y derecho. Pero claro, el feminismo y el progresismo han caído a los pies del islam, por lo que hay que defender a capa y espada a todos los musulmanes y sus contumbres... aunque sean completamente contrarios al progresismo y al feminismo. Da igual si se legaliza o no el aborto, el hombre musulmán solo va a cometer el crimen del aborto si es contra una niña.