Joe Biden, católico y ultra-abortista (oxímoron)
El actual presidente de EEUU, el 'católico' Joe Biden, está obsesionado con imponer el aborto en todo el mundo bajo la excusa de que se trata de un nuevo derecho humano. Y también esta obsesionado con imponer a todo el mundo los postulados del lobby LGTBI, que incluyen la difusión de la ideología de género (que cada uno pueda elegir su genero con independencia de su biología), el matrimonio homosexual, la adopción por homosexuales, etc.
Y uno de los organismos internacionales que pretende usar la Administración Biden para ello es la ONU, por ejemplo, utilizando sus resoluciones.
Sin embargo, una serie de países se opusieron al intento de Estados Unidos de imponer políticas homosexuales y transgénero en una resolución de la ONU la semana pasada, informa C-Fam.
Los países acusaron a la administración Biden de ser “divisiva” y “confrontadora” e ignorar sus puntos de vista después de que los diplomáticos estadounidenses añadieran “orientación sexual e identidad de género” como categorías de derechos humanos en una resolución sobre elecciones libres y justas.
La resolución fue impugnada dos veces. Primero, Egipto presentó una enmienda en nombre de los 54 países de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) para eliminar por completo el controvertido lenguaje.
La enmienda fracasó a pesar de recibir 63 votos. La votación fallida, sin embargo, demuestra que no hay consenso sobre este tema controvertido en la ONU.
El delegado de Egipto dijo que la fuerte muestra de apoyo a su enmienda demostraba la “objeción persistente a la imposición de términos indefinidos, contrarios a los valores democráticos”. "Hacemos un llamamiento al redactor para que reconsidere su posición y actúe con la debida diligencia para respetar la diversidad cultural y los contextos nacionales y guiarnos en el futuro hacia un consenso sobre esta importante resolución", suplicó, recoge C-Fam.
El delegado de Egipto dijo que la fuerte muestra de apoyo a su enmienda demostraba la “objeción persistente a la imposición de términos indefinidos, contrarios a los valores democráticos”
Después del fracaso de la enmienda de la OCI, la Federación Rusa convocó a una votación en protesta contra toda la resolución, diciendo que los conceptos de orientación sexual e identidad de género no estaban “acordados internacionalmente”. A pesar de votar para eliminar los términos controvertidos, la mayoría de las delegaciones finalmente votaron a favor de adoptar la resolución, aunque veinticinco países siguieron el ejemplo de Rusia y se abstuvieron en la votación.
Sin embargo, varios países expresaron su frustración y decepción con la delegación de Estados Unidos.
Un delegado de Indonesia enfatizó que “el debate no era sobre la democracia sino sobre los elementos divisivos” de la resolución, culpando a los diplomáticos estadounidenses por no escuchar.
El representante de Uganda dijo que las categorías de orientación sexual e identidad de género no estaban definidas internacionalmente y que no son adecuadas para la formulación de políticas porque tienen un “carácter subjetivo y fluido”.
Un delegado de Malasia insistió en que las enmiendas propuestas por Egipto no eran “hostiles” a la resolución estadounidense porque la delegación estadounidense nunca había considerado las propuestas de los países tradicionales.
Declaraciones similares ofrecieron China, Senegal, Omán en nombre de los países del Golfo, Singapur, Bielorrusia, Nigeria, Etiopía, Yemen, Irán, Níger, Argelia, Uganda, Sudán, Pakistán, Libia, Siria y la Santa Sede, añade C-Fam.
La preocupación de varios países y expertos en derechos humanos es que el uso repetido del lenguaje envalentonará a la izquierda a afirmar que existe un nuevo derecho humano basado en la orientación sexual y la identidad de género
Las delegaciones de países que a menudo son percibidos a favor de las normas familiares tradicionales, como Hungría y Guatemala, inexplicablemente no apoyaron las enmiendas para eliminar el lenguaje controvertido. Tampoco ofrecieron declaraciones para aclarar qué obligaciones de derechos humanos impondrían las categorías de “orientación sexual e identidad de género” a sus países.
Esta es sólo una de las dos resoluciones de la Asamblea General que contienen lenguaje sobre “orientación sexual e identidad de género”. La otra resolución, sobre ejecuciones extrajudiciales, también se vota periódicamente, lo que indica que estas nociones siguen siendo cuestionadas a nivel internacional.
El hecho de que Estados Unidos no accediera a las solicitudes de eliminar los términos ofensivos indica que las cuestiones homosexuales/trans son una alta prioridad para la administración Biden. El método preferido para adoptar resoluciones de la ONU es por consenso, es decir, sin que nadie solicite una votación. Los diplomáticos estadounidenses prefirieron que su resolución fuera votada en lugar de adoptada por consenso.
La preocupación de varios países y expertos en derechos humanos es que el uso repetido del lenguaje envalentonará a la izquierda a afirmar que existe un nuevo derecho humano basado en la orientación sexual y la identidad de género, concluye C-Fam.