Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Burkina Faso. Después del asesinato de más de veinte burkineses en un ataque en Bourasso, en el noroeste del país, Ayuda a la Iglesia Necesitada denuncia el drástico deterioro de la situación en la diócesis de Fada N’Gourma, en los últimos seis meses. Cinco parroquias han sido cerradas por completo y debido al peligro de ataques terroristas los sacerdotes solo pueden atender al 5% de las aldeas en las otras parroquias. El seminario menor de San Kisito tuvo que ser trasladado a Fada N’Gourma, la capital de la región, informa ACN.

A petición de la fundación internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) la diócesis de Fada N’Gourma ha enviado un informe según el cual los robos, secuestros y asesinatos se han intensificado enormemente en la diócesis en 2022. De las dieciséis parroquias que componen la diócesis, cinco han sido blanco directo de ataques violentos y han tenido que cerrar completamente por motivos de seguridad.

La razón es el terror islamista que ha estado asolando el país desde 2015 y se está extendiendo cada vez más. Si bien inicialmente parecía que los yihadistas no estaban particularmente interesados ​​​​en los cristianos, esto ha cambiado desde 2019. Desde el inicio de la crisis las poblaciones sufren violencia, asesinatos y abusos de todo tipo. Muchas personas son secuestradas, algunas son liberadas después de ser interrogadas, otras detenidas y otras asesinadas, dice el informe. Todos los días hay enormes robos de ganado. Todo esto genera pánico en la población y provoca la huida de muchas personas. Muchas comunidades se han convertido en pueblos fantasma.

El informe cita el testimonio de un sacerdote local, que narra el modus operandi de los terroristas. El 28 de febrero de 2022, fueron incendiados el cabildo y la comisaría en la localidad de Tambaga (Tombaga) al este de la diócesis. A los pocos días, los terroristas rodearon el mercado y ocuparon las calles. Los habitantes fueron llevados a la mezquita e invitados a convertirse al islam: ‘Issa (Jesús) había venido, pero su misión ha terminado. Él prometió que vendría alguien más como su sucesor, y ese es Mahoma. Después de eso, fueron a quemar la escuela secundaria católica, la escuela secundaria de la ciudad y una escuela privada”, informa el sacerdote, quien huyó a los pocos días.

Ashfaq Masih, casado y padre de una hija de ocho años, afirma que no difamó ni pronunció palabras despectivas contra el profeta Mahoma. En su declaración ante el tribunal, Ashfaq Masih ha dicho: "Soy inocente y el caso contra mí es falso e infundado"

Nuestro siguiente destino es Pakistán, donde un tribunal de Lahore ha condenado a muerte a un cristiano acusado de falsa blasfemia en 2017. Ashfaq Masih, que ahora tiene 34 años, fue condenado a morir en la horca por un Tribunal de Primera Instancia de Lahore, provincia de Punjab, en una sentencia dictada el 4 de julio. Ashfaq Masih, mecánico de profesión, lleva en prisión desde junio de 2017 después de que el 15 de junio se registrara una denuncia (First Information Report) contra él, en virtud del artículo 295 'c' del Código Penal de Pakistán, que castiga el desprecio al profeta Mahoma, informa Fides.

Ashfaq Masih, casado y padre de una hija de ocho años, afirma que no difamó ni pronunció palabras despectivas contra el profeta Mahoma. En su declaración ante el tribunal, Ashfaq Masih ha dicho: "Soy inocente y el caso contra mí es falso e infundado. Me inculparon para destruir mi pequeño taller mecánico donde reparo motos y bicicletas. Hay otra tienda que realiza el mismo trabajo dirigida por Muhammad Naveed. Tuve una discusión con él el 5 de junio de 2017 porque la mayoría de los clientes visitan mi tienda a diario para realizar reparaciones”.

Ashfaq Masih además ha declarado: "Muhammad Naveed estaba celoso de mi trabajo, porque mi trabajo iba bien. El 15 de junio, un cliente llamado Muhammad Irfan vino a mi tienda y, después de que yo hubiera hecho el trabajo de reparación, se negó a pagar 40 rupias paquistaníes (unos 20 céntimos de dólar), el coste de la mano de obra, alegando que era un creyente sufí, por lo que no tenía que pagar".

Ashfaq Masih ha proseguido: "En respuesta, dije que soy un creyente en Jesucristo y pedí el pago por el trabajo de reparación. En lugar de pagar el trabajo, Muhammad Irfan, junto con Muhammad Naveed, convirtieron el asunto en una cuestión religiosa y me acusaron de blasfemia".

Joseph Jansen, presidente de la ONG "Voice for Justice", que sigue el caso, en declaraciones a la Agencia Fides, dice: "La condena a muerte de Ashfaq Masih genera decepción y temor en toda la comunidad cristiana de Pakistán, y en particular en todos los demás presos acusados de blasfemia y en sus familias” y añade: "Muchos de los casos de acusaciones de blasfemia se basan en acusaciones falsas, e instrumentalizan la acusación para resolver disputas personales. Es triste ver que este tipo de acusaciones, que pisotean el Estado de Derecho, conducen a la violencia colectiva contra los acusados, que no pueden defenderse”.

Joseph Jansen afirma además: "Los cristianos de Pakistán están profundamente dolidos porque Ashfaq Masih, falsamente acusado, ha sido condenado a muerte. Está claro que todas las pruebas de este caso son inventadas y que Ashfaq Masih sólo está atrapado por reclamar gastos de servicio por reparar la moto de un musulmán".

La ONG Voz por la Justicia, que está preparando un recurso ante el Tribunal Superior, exige justicia para Ashfaq Masih y su inmediata puesta en libertad, e insta al tribunal a castigar a quienes incitan a la violencia o la ejercen basándose en falsas acusaciones de blasfemia.

El padre Dong Baolu dijo que fue el único de los más de 100 sacerdotes de la Diócesis de Zhengding que se negó a someterse al control comunista

En China, recientemente las autoridades comunistas derribaron un templo católico, después de que el párroco local rechazase unirse a la considerada iglesia católica “oficial” del país.

Las autoridades chinas derribaron en junio de este año la “gran carpa” donde funcionaba la iglesia, luego de que el párroco local, padre Dong Baolu, rechazara someterse a la Asociación Patriótica Católica de China, señaló el medio local Radio Free Asia, según reportó Asia News. El templo derribado era un espacio de culto construido al aire libre y de forma clandestina, para que los católicos del pueblo de Youtong, en la Diócesis de Zhengding, fieles al Vaticano y no inscritos en la “iglesia” oficial, puedan vivir su fe.

De acuerdo a la prensa local, las autoridades aprovecharon para derribar la carpa cuando el P. Dong Baolu, que “sufre de problemas motrices”, estaba internado en el hospital para una evaluación de salud.

El P. Dong Baolu dijo que fue el único de los más de 100 sacerdotes de la Diócesis de Zhengding que se negó a someterse al control comunista, indicó Asia News.

La Asociación Patriótica Católica de China pertenece al régimen del Partido Comunista Chino, y fue creada por las autoridades para controlar a la Iglesia Católica.

La represión a las actividades de los grupos religiosos que no se someten al Partido Comunista Chino ha aumentado este último año.

Un video del incidente muestra imágenes de un dron con carga explosiva que se estrella en las inmediaciones de la iglesia durante la celebración dejando muertos y heridos

Y terminamos esta crónica semanal en Siria, donde dos personas murieron y 12 resultaron heridas el pasado domingo 25 de julio tras un ataque durante la inauguración de una iglesia en la provincia central siria de Hama. Un dron con carga explosiva estalló en plena celebración, recoge Infocatólica de Asia News.

Ocurrió en la ciudad de Suqaylabiyah, en el momento en que una multitud de personas -junto con las autoridades sirias locales- celebraban la inauguración del edificio sagrado que lleva el nombre de Haghia Sophia, la monumental iglesia bizantina de Estambul transformada en mezquita.

Un video del incidente muestra imágenes de un dron con carga explosiva que se estrella en las inmediaciones de la iglesia durante la celebración dejando muertos y heridos. La acción terrorista ha sido atribuida a Hayat Tahrir al-Sham, la formación qaedista (ndr:de Al Qaeda) con fuerte apoyo en Turquía que aún controla amplias zonas de las provincias de Alepo, Hama y Latakia, el último foco de oposición armada al Gobierno de Bashar al Assad que sigue activo once años después del comienzo del conflicto en Siria. En los últimos días un bombardeo de aviones de combate rusos -que apoyan a Bashar al Assad- había provocado la muerte de siete personas en las zonas controladas por los rebeldes.