Luno bien podría ser el protagonista de la famosa 'Lost in traslation' de Tom Hanks, pero en versión perruna. 

Este 'french poodle' (caniche francés) llegado de Costa Rica a España no pudo acceder al país al no llevar el pertinente microchip. Las abogadas de la asociación AGERAA (Gestión Ética y Responsable de Animales Abandonados) y PACMA (Partido Animalista con el Medio Ambiente) se hicieron cargo inicialmente de la situación, que comenzó el 13 de marzo de 2022. La llamada desesperada de la propietaria del animal, que pernoctaba en el aeropuerto mientras su perro se encontraba encerrado en las jaulas de aduanas, acaparó la atención mediática. Según su testimonio, en ese momento solo se le habían ofrecido dos opciones tras comprobar los veterinarios la ausencia del chip y, por tanto, la imposibilidad de comprobar la aplicación de la vacuna obligatoria de la rabia: reexpedición al país de origen o sacrificio, a lo que se negó en rotundo.  

PACMA y AGERAA presentan entonces la medida cautelar que logra salvar la vida al animal y evitar su deportación. Es trasladado en abril, tras 20 días en la jaula de aduanas del aeropuerto, al Centro Integral de Acogida de Animales de Madrid, donde permaneció hasta su deportación este viernes 9 de diciembre. 

Al comprobar las abogadas la posibilidad contemplada también por la normativa europea aplicable de vacunar de la rabia y guardar cuarentena para facilitar la entrada legal del país, se inicia entonces una batalla legal por evitar tanto el sacrificio (el cual califican de ilícito penal en el caso de Luno; un perro totalmente sano) como la deportación, entendiendo que dicha normativa europea se está aplicando de manera errónea en los aeropuertos españoles y destapando, así, un presunto entramado de irregularidades en los Puestos de Inspección Fronterizos por el que PACMA y AGERAA hemos solicitado cuentas al Gobierno, ya que una incalculable cantidad de animales estarían pasando por la misma situación del perro Luno al margen de la atención pública.  

Por decisión de la titular del animal, el caso cambia de abogados en el mes de octubre, semanas después de que el director de la Dirección General de Derechos de los Animales, Sergio García Torres -recuerden que Torres es puro amor- recomendase públicamente a través de su cuenta de Twitter retirar las denuncias para agilizar el caso, a pesar de que, según las abogadas, esto supondría la aplicación inmediata de la primera resolución del Ministerio de Agricultura: deportación del perro y vulneración, consecuente, de los derechos constitucionales de una ciudadana española y europea

A todo esto y, dado que Luno pertenece a la categoría de 'seres sintientes', ¿a nadie se le ha ocurrido preguntar al can si quería quedarse en España?