Guerra abierta entre Elon Musk y el Gobierno brasileño de Lula da Silva, el vengativo presidente que no parará hasta ver a Jair Bolsonaro en prisión, esa misma cárcel en la que él estuvo tras ser condenado por corrupción y lavado de dinero. Conviene recordarlo, entre otras razones porque ningún medio de comunicación progre lo hace. Y en sentencia firme, oiga.

Lula no es partidario de la libertad de expresión, como no lo son otros mandatarios progres de Occidente, por ejemplo, Pedro Sánchez. Pero no lo admiten así, naturalmente, sino que lo justifican asegurando que lo que persiguen son los bulos y los delitos de odio.

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Lo que está sucediendo en Brasil, por tanto, es extrapolable a todo el mundo y puede tener repercusión en otros países, por ejemplo, en España.

El caso concreto: Alexandre Moraes, miembro del Tribunal Supremo de Brasil y presidente del Tribunal Supremo Electoral, ha ido ordenando, desde hace años, el bloqueo de cuentas de personajes influyentes en X, la mayoría de ellos, qué curioso, simpatizantes del expresidente Bolsonaro por difundir, presuntamente, bulos o mensajes de odio.

El pasado sábado 6 de abril, Musk decidió pasar al ataque y anunció que levantaría todas las restricciones impuestas por Moraes. “Probablemente perderemos todos nuestros ingresos en Brasil y tendremos que cerrar nuestras oficinas allí. Pero los principios son más importantes que los beneficios”, afirmó.

El domingo, Musk exigió la dimisión de Moraes por aplicar la censurar y violar la libertad de expresión. “Este juez ha traicionado descarada y repetidamente la Constitución y al pueblo de Brasil. Debería dimitir o ser destituido”, afirmó en un mensaje en X.

Lo dicho: está en juego la libertad de expresión, no sólo en Brasil, sino en todo Occidente, por la censura en Internet, camuflada bajo el mantra de la desinformación y los delitos de odio. Conviene recordar, en este punto, las palabras del republicano Ted Cruz al entonces CEO de Twitter, Jack Dorsey: “¿Quién demonios le ha elegido a usted para decidir sobre qué pueden informar los medios de comunicación y qué es lo que los americanos tienen derecho a escuchar?”.