Juan Martínez, coordinador de Izquierda Unida de Baleares (EUIB) ha sido cesado de su cargo como representante en el Consejo de Administración de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Palma de Mallorca tras conocerse unas declaraciones que parecen señalar al político por presuntas agresiones sexuales, pese a que la portavoz de Podemos en el Ayuntamiento de Palma haya justificado su salida por "una pérdida de confianza".
En la cuenta de Instagram (@abusos_baleares), se ha publicado de forma anónima, denuncias en las que llegaban a calificarle de "depredador sexual" y de ser un "cerdo" y un "miserable" por prometer cargos a mujeres a cambio de "favores sexuales".
"Presumía de hacer afiliación vaginal para su partido", indica una de las denunciantes anónimas, al mismo tiempo que otras le señalan por tener un "trato degradante y vejatorio en terreno íntimo" y se muestran sorprendidas de que este caso haya sido "vox populi" y nadie haya hecho nada antes.
Tal como recoge La Razón, una de las víctimas va más allá y señala que no es el único de la formación morada que presuntamente realizaría estas prácticas. "Sin ir más lejos, yo misma fui objeto de una agresión sexual por parte de otro compañero del mismo partido", argumenta la presunta víctima en la denuncia anónima.
Por su parte, Martínez ha anunciado una querella contra la coordinadora de Podemos en Baleares, Lucía Muñoz, al considerar que esta "campaña de desprestigio" contra su persona está motivada por el hecho de que, a partir de julio, la diputada de Podemos del Parlament debe ser sustituida por un miembro de su partido.
Y en medio de este batiburrillo de partidos, toca dilucidar qué formación de la izquierda -en un nuevo ejemplo de superioridad moral de la izquierda- ha apartado al político.