Cuando el arcángel San Gabriel se aparece a la Santísima Virgen María para pedirle permiso -Dios siempre pide permiso- para ser madre de Dios lo primero que tiene que decir es: "No temas María".
En las Sagradas Escrituras -así como en las posteriores apariciones angélicas, también en nuestro tiempo-, la primera reacción que produce el espíritu sin materia al híbrido de materia y espíritu que es el ser humano, es temor. La criatura espiritual hecha visible, los ángeles no esclavos del espacio y el tiempo, sencillamente acojonan al hombre.
Y no digo que, como símbolo, esté mal lo de las alas. Precisamente, los pintores han representado a los ángeles con alas para dar a entender que son mensajeros veloces de los mandatos de Dios, pero los espíritus no tienen alas... ni manos, ni pies, ni cuerpo... pero ya lo creo que existen: son hombres sin cuerpo y sus primeras palabras audibles deben ser: "No temas".
Ahora bien, como recordaba Clive Lewis, algunas pinturas de corte marienista pintan unos ángeles que parecen exclamar: "¡Ea, ea, no es nada!". Y como aseguraba el clásico, sólo los necios piensan que los espíritus son seres alados.
Los ángeles existen. No son más que hombres sin cuerpo, es decir, sin limitaciones espacio-temporales. Por eso mismo eligieron una sola vez, entre el bien y el mal y quedaron marcados para siempre. El hombre, sin embargo, puede arrepentirse mientras esté en este mundo, mientras esté sometido al espacio y al tiempo
Nos hemos acostumbrado a interpretar a los espíritus con una edulcorada y cursilísima visión que nada tiene que ver con la realidad. Como tampoco tiene que ver con los otros espíritus, los malignos de la oración de León XIII (he dicho XIII, no XIV):
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha.
Sé nuestro auxilio contra las maldades y acechanzas del Enemigo,
que Dios muestre su poder sobre él, es nuestra humilde súplica;
y tú, Príncipe de las milicia celestial,
por el poder que Dios te ha concedido,
arroja al Infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos, que vagan por el mundo para la perdición de las almas.
Así como los ángeles estúpidos eligieron el mal, el hombre estúpido asegura que él no se arrepiente de nada. Esto me recuerda a 'alguienes'...
No parece una oración para espantajos, sino la invocación a un poder espiritual superior al hombre sobre otro poder infernal asimismo superior al hombre.
Que quede claro: los ángeles acojonan. Y es muy natural que acojonen.
Que quede claro: los ángeles existen. No son más que hombres sin cuerpo, es decir, sin limitaciones espacio-temporales. Por eso mismo eligieron una sola vez, entre el bien y el mal y quedaron marcados para siempre. El hombre, sin embargo, puede arrepentirse mientras esté en este mundo, mientras esté sometido al espacio y al tiempo.
Y así como los ángeles estúpidos eligieron el mal, el hombre estúpido asegura que él no se arrepiente de nada. Esto me recuerda a 'alguienes'...










