En varias ocasiones, el papa Francisco ha hablado de la existencia de dos tipos de persecución a los cristianos. Por un lado, una “explícita”, que es la más violenta que causa asesinatos, secuestros, etc., y hasta ha llegado a referir que “vivimos en un tiempo de martirio, aún más que en los primeros siglos”. Por otro, una “educada, disfrazada de cultura, modernidad y progreso” que termina por quitarle al hombre la libertad y el derecho a la objeción de conciencia. Y de ambas encontramos ejemplos en la actualidad. Empezando por la “explícita”, 14 misioneros y agentes pastorales han sido asesinados en 2024, según informa la Agencia Fides, que tuvo que añadir uno más en su reporte anual. El último ha sido un sacerdote católico, el padre Tobías Chukwujekwu Okonkwo, quien fue asesinado el pasado 26 de diciembre, el día en que la Iglesia recuerda a San Esteban, el primer mártir, como recoge Aciprensa.

De los 14 misioneros y agentes pastorales que han dado su vida por defender su fe, nueve eran sacerdotes y cinco laicos, todos varones. Siete fueron asesinados en África (dos en Burkina Faso, dos en Sudáfrica, uno en Nigeria, uno en Camerún y uno en la República Democrática del Congo), cinco en América (en Colombia, Ecuador, México, Brasil y Honduras, respectivamente) y dos en Europa (el fraile franciscano español Juan Antonio Llorente, muerto tras un ataque a golpes en el Monasterio de Gilet y el polaco P. Lech Lachowicz, quien falleció tras siete días de agonía después de ser atacado con un hacha con el objetivo de atracarle en su casa parroquial).

El reporte anual de Fides de misioneros y agentes pastorales asesinados incluye dos en Europa: el fraile franciscano español Juan Antonio Llorente y el polaco P. Lech Lachowicz

En el informe de Fides se señala que “las circunstancias de sus muertes revelan que no fueron asesinados por llevar a cabo obras o compromisos particularmente llamativos, sino por dar testimonio de su fe en la cotidianidad de la vida diaria”. Y se añade que “sus labores pastorales se desarrollaban no solo en contextos marcados por la violencia y los conflictos, sino también en escenarios aparentemente más tranquilos”.

La comunidad católica de la diócesis de Nnewi, en Nigeria, se ha visto consternada estas Navidades, por el asesinato del padre Tobias Chukwujekwu Okonkwo, quien fue tiroteado en plena calle la noche del 26 de diciembre, informa Agencia Fides. La diócesis ha publicado un comunicado donde refiere que el padre Tobias “fue abordado por un grupo de personas no identificadas mientras conducía por la autopista Onitsha-Owerri, en Ihiala”. Además, recuerda que el sacerdote asesinado no solo era un pastor espiritual, sino que también era farmacéutico, un profesional al servicio de la salud pública: dirigía diversas instalaciones sanitarias, como las escuelas de enfermería y obstetricia y el laboratorio médico del hospital Nuestra Señora de Lourdes de Ihiala.

Y de Nigeria a Burkina Faso, donde el terrorismo islamista está arrasando comunidades y dejando un profundo sufrimiento en sus víctimas. Moïse, un sobreviviente de esta tragedia, ha ofrecido su trauma a Dios y Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha recogido su testimonio. Recuerden que esta fundación pontificia ha dedicado su campaña de Navidad a la Iglesia perseguida y desplazada de Burkina Faso, país que además atraviesa una de las mayores crisis humanitarias del mundo.

 

En este país africano, se persigue a los cristianos. La violencia ha llegado a tal punto que supone una seria amenaza a la propia existencia de la nación: a día de hoy, más del 40% del territorio está fuera del control del gobierno. Estas zonas se han convertido en refugio de grupos armados yihadistas que siembran el terror a su paso: muerte, devastación, violencia y desesperación, como señala ACN. El padre Olivier Lompo, párroco de Dablo, señaló en la presentación de la citada campaña que “los mártires nos han mostrado el camino, por eso no debemos tener miedo y debemos seguir adelante”. Además, a pesar de la violenta persecución, el número de seminaristas ha aumentado de 254 a 281, desde 2019.

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Y de África a Oriente Medio, en concreto, a Siria. 2024 terminó con incertidumbre tras la llegada al poder de los yihadistas de HTS, pero los primeros días de Navidad se vivieron con algo de calma en la ciudad histórica de Malula, como relata el portal Avvenire y se hace eco Religión en Libertad. Malula fue martirizada por los yihadistas durante la guerra civil y símbolo de la resistencia de la fe cristiana en el país. De los 7.000 habitantes estimados antes de 2011, quedan ahora poco más de 1.000, y la ferocidad del conflicto ha roto los lazos entre vecinos musulmanes y cristianos, con acusaciones mutuas de colaboración con los yihadistas o con la dictadura. Eso sí, han colocado un árbol de Navidad que no es el típico, sino una simple red verde que desciende por una varilla de metal que envuelve a su vez otros ocho círculos, sin bolas ni decoración ni luces, pero coronado por una estrella plateada. Dada la ruptura de esos lazos entre vecinos, “es tan importante el árbol de Navidad. No lo hemos puesto, como es habitual, en el patio de la céntrica iglesia de Mar Georges, sino en el centro de la plaza principal”, ha afirmado la alcaldesa, Maha Alshaher.

En Malula (Siria), de los 7.000 habitantes estimados antes de 2011, quedan ahora poco más de 1.000, y la ferocidad del conflicto ha roto los lazos entre vecinos musulmanes y cristianos

Sin embargo, con la llegada del Año Nuevo, aumenta la preocupación por la seguridad de los cristianos en Malula, recoge Aciprensa. Cabe recordar que el régimen del expresidente Bashar al-Assad recuperó el control de esta ciudad histórica hace unos 10 años y prohibió la entrada a algunos musulmanes debido a su colaboración con el Frente Al-Nusra en la ejecución de asesinatos, secuestros y actos de vandalismo contra los cristianos y sus iglesias. Ahora que ha caído el régimen, dichos individuos han regresado a Malula, ejerciendo presión sobre los cristianos con el pretexto de que estos los habían desplazado. Como ha relatado una fuente al citado medio, se iniciaron amenazas a algunas familias cristianas para apoderarse de sus tierras agrícolas o se les dijo que abandonaran sus hogares y la ciudad, se confiscaron la casa y el café de Bashar Shahin (que después pudo recuperar), se asaltaron dos casas, “hubo disparos cerca de un sacerdote que repartía regalos de Navidad a los niños en un jardín de infantes, y denuncias de cristianos de que les escupieron”.

Sacerdote con metralleta en Líbano

De Siria, la persecución lleva a Líbano, donde se ha podido ver a un cura con una metralleta sobre sus vestimentas sacerdotales en plena eucaristía, como informa Religión en Libertad. Erróneamente, por las redes sociales se refería que la imagen era de Siria, pero en realidad era un sacerdote de la parroquia de San Marón, Mazraat Yashua al-Matneyya, afiliado a la diócesis maronita de Antelias. Esta diócesis ha mostrado su desacuerdo con el método que usó el sacerdote, pero sí ha respaldado el contenido de su sermón por ser coherente con la enseñanza de la Iglesia y sus directrices espirituales y pastorales, y ha subrayado que la escena con la metralleta que portó y que tiró delante de los fieles fue una parte del sermón donde enfatizó que el arma del creyente es la cruz y les llamó a desechar todas las armas que destruyen a los demás.

cardenal Pizzaballa

Y de Líbano a Tierra Santa, donde el cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, ha inaugurado el Año Santo 2025 en la Basílica de la Anunciación, en Nazaret. Un gesto que también hizo el Papa Francisco y otros muchos obispos en sus diócesis de cara, pero con el que el cardenal Pizzaballa quiso subrayar que los cristianos de Tierra Santa necesitan de la renovación espiritual que les puede brindar el Jubileo de la esperanza… y más ante el último conflicto entre Gaza e Israel (el cual arrancó el 7 de octubre de 2023 y no parece que vaya a terminar pronto), como recoge Aciprensa.

“La luz de la Navidad es una luz tan intensa y tan grande que se eleva por encima de todas las dificultades, por encima de cualquier agresión y de cualquier bombardeo”, ha afirmado el nuncio apostólico en Ucrania, Visvaldas Kulbokas

De dicho conflicto a otro: la guerra de Ucrania, que empezó el 24 de febrero de 2022 con la invasión rusa. “La luz de la Navidad es una luz tan intensa y tan grande que se eleva por encima de todas las dificultades, por encima de cualquier agresión y de cualquier bombardeo”, ha afirmado el nuncio apostólico en Ucrania, Visvaldas Kulbokas, quien celebró la Misa de Nochebuena en la catedral latina de Járkov, junto al limosnero del Papa, el cardenal Konrad Krajewski, como informa Alfa & Omega. Ha sido el segundo año en que la Iglesia grecocatólica ucraniana y la Iglesia ortodoxa ucraniana han celebrado la Navidad el 25 de diciembre.

Y muy cerca, en España, hemos tenido un ejemplo de la persecución “educada, disfrazada de cultura, modernidad y progreso” que refiere el Papa. En concreto, con la ofensa a los cristianos que se pudo ver en la retransmisión de las Campanadas de TVE por parte de Lalachus y David Broncano al burlarse del Sagrado Corazón de Jesús. Por supuesto, desde el Gobierno, el ministro Félix Bolaños no les ha pedido moderación, sino que ha acusado a “los ultras de amedrentar” y ha confirmado que se suprimirá el delito contra los sentimientos religiosos... para ganar en libertad de expresión, o sea, se legalizará la blasfemia.

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