• La reducción de deuda, al tiempo que se mantienen las inversiones en Iberoamérica, vuelve a ser la clave del negocio.
  • Y el flujo de caja en aumento, lo que otorga cierta tranquilidad.
  • Eso sí, a costa de un beneficio que ha tenido que ser recortado.
  • Alierta espera un segundo semestre que consolide la recuperación.
  • Todo esto entre riesgos regulatorios, riesgo de divisas, riesgo de reducción de márgenes... y riesgo de estrategia futura.
  • Esto es, que nadie sabe qué va a ser de las operadoras de red en el futuro, frente al reto de 'los google'.

Telefónica ha reflejado a lo largo del tiempo una importante preocupación por la internacionalización de su actividad, especialmente en Iberoamérica como mercado natural de su desarrollo empresarial. La creciente competencia en Europa y la progresiva reducción de márgenes en un entorno hiperregulado, como es el europeo, ha ocasionado una presencia cosmopolita importante de su actividad, estando actualmente presente en casi cualquier rumor de operaciones corporativas de adquisición o venta de actividades o entidades corporativas, como es el reciente rumor confirmado de la posible compra de la mexicana Iusacell, tercer operador mexicano de móviles. El problema es que crecer comprando se está volviendo caro y no conviene incrementar la deuda... salvo como estrategia anti-opa, claro está.

La deslocalización de su actividad ocasiona, no obstante, el sometimiento de su cuenta de resultados a riesgos regulatorios, políticos y de ciclo económico de los países en que se encuentra presente, algo que sin duda afecta a su rentabilidad económica. Y el riesgo más importante, el de estrategia. En definitiva, cómo van a ser las operadoras del futuro, sorbe todo frene al riesgo de 'los google', absurdamente mimados por Bruselas (y por Washington, claro, que para eso son suyos), esto es, competidores que no invierten en red.

El análisis de los resultados de marzo de 2014 evidenciaba un aumento de los ingresos de un 1,5% interanual, con un efecto negativo de la regulación, concentrando de manera especial en el negocio móvil. En su momento ponía en evidencia un sólido crecimiento en clientes de alto valor, tales como contrato móvil, penetración de "Smartphone", fibra y televisión de pago, que derivó en una significativa mejora del flujo libre de caja, con un aumento interanual de 796 millones de euros. El beneficio neto quedó fijado en el primer trimestre en 692 millones de euros, comprometiéndose a alcanzar sus objetivos operativos y financieros para 2014, incluido el dividendo.

Los datos del primer semestre evidencian que las promesas de Telefónica se enfrentan a un mercado complejo. Su beneficio neto del primer semestre se eleva a 1.903 millones de euros, con un importante descenso del 7,5% interanual. No obstante, las ganancias del trimestre se elevaron a 1.210 millones de euros, un incremento interanual del 4,5%, lo que indica un lento proceso de mejora de su actividad. Ello deriva a una ganancia por acción de 0,26 euros en el segundo trimestre y un 0,41 en el semestre. De un análisis más pormenorizado nos encontramos con una reducción del 14,5% de su resultado bruto antes de amortizaciones (OIBDA) -estabilizado en el semestre con una leve reducción del -0,1% interanual- y una reducción del 9,8% hasta los 3.892 millones de euros de su beneficio operativo -2.055 millones en el periodo abril-junio, un 8,7% menos-.  El margen OIBDA se eleva a un porcentaje del 32,3%, siendo especialmente significativo en el caso de la actividad desarrollada en España, en valores superiores al 45%.

Ello es consecuencia de un aumento de los ingresos del 1,3% interanual en el trimestre y un 1,4% en el semestre. El segmento de actividad más activo corresponde a los datos móviles, con un aumento del 9,2% en el segundo trimestre, que sigue aumentando su peso y ya supone el 35% de los accesos móviles, además de registrar una ganancia neta trimestral un 30% superior a la del primer trimestre. Los "Smartphones" experimentan un incremento del 38% de los accesos realizados, un 32% del total. Los accesos a banda ancha minorista aumentan un escaso 1% interanual, siendo el área de televisión de pago donde se produce un incremento importante del negocio, un aumento del 32% interanual, hasta 4,2 millones.

El flujo libre de caja asciende a 1.664 millones de euros, mejorando de manera importante con un aumento del 14,7%, lo que deriva en una mejora de la flexibilidad financiera de la compañía.

Por lo que respecta a su balance, podemos constatar una reducción de su deuda financiera neta en un total de 1.590 millones de euros, si bien aumentó en el trimestre en 1.067 millones, consecuencia de la distribución del dividendo en el mes de mayo. La inversión realizada concentra su actividad fundamentalmente en Telefónica Hispanoamérica, un aumento del 26% en el semestre interanual, con una reducción significativa en Reino Unido, un 65% menos.

En definitiva, del análisis de los datos publicados resulta complejo valorar el comportamiento al cierre del ejercicio, si bien, y para alegría de los accionistas, la compañía sigue confirmando sus objetivos operativos y financieros, así como el dividendo comprometido para 2014. En la apertura del mercado las acciones de Telefónica bajaban ligeramente: veremos cuando se lean este artículo. En cualquier caso, la bajada es menor al Ibex 35 y la reacción de los analistas ha ido positiva. Esperaban peores resultados y ahora empiezan a creerse que se ha logrado una cierta estabilización y, aunque nadie se atreve a cifrar el futuro, lo cierto es que los presagios para el segundo semestre no son malos y Alierta y el consejo están convencidos de que la segunda parte del año va a ser mejor que la primera. España ha despertado, ahora sólo falta que despierte Brasil.

Rodrigo de Silos

rodrigode@hispanidad.com