Brufau rechaza cualquier asomo de dimisión. Considera que la nueva Repsol ha apostado por la transparencia. La empresa se encuentra en el disparadero tras anunciar que reduce un 25% el tamaño de sus reservas de crudo. En la petrolera consideran que el tropiezo puede resultar positivo para su futuro y que no afectará a la OPA de GN sobre Endesa. Según Brufau, desde Endesa se está obstruyendo el mercado

La historia es ésta. Al poco tiempo de hacerse con la Presidencia, Antonio Brufau considera que la Dirección de Exploración y Producción pieza clave de todo el organigrama- no pude ser la misma que evalúe las reservas de petróleo con las que cuenta. Más que nada porque la tentación de inflar la reserva, de decir que la propia gestión ha sido excelente, es de lo más lógico.

Recuérdese que las reservas de crudo y gas para una petrolera son lo mismo que los recursos propios para un banc la pieza clave del motor. Lo importante, es tener crudo, refinarlo y comercializarlo, por decirlo así, es cosa de niños. Por tanto, Brufau creó una comisión dependiente del Consejo de Administración, o del equipo ejecutivo, dependiente de Ignacio Bayón, para que, con técnicos de la propia empresa y auditores externos, evaluara las reservas de crudo. La cosa comenzó en abril, poco después de los cambios del equipo directivo, y ha concluido ahora con un chasco importante: Resulta que las reservas son un 25% menor de lo oficialmente trasmitido a clientes, proveedores, trabajador y analistas, es decir, al mercado. Naturalmente, a primeras horas del jueves, una vez que Repsol había comunicado la nueva a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se suspendía la cotización y todos pensaban en el palo que el mercado le va a dar a la petrolera española.

Y no es que los resultados de 2005 o el mismo balance se vean especialmente afectados. Como dice Brufau, lo que importa no son las reservas, sino la producción de petróleo o gas. Ahora bien, el mercado acusará a Repsol YPF de haber mentido. Hay un precedente: el de la petrolera anglo-holandesa Shell. Su consejero delegado fue nombrado para el cargo precisamente por su éxito en Exploración y Producción, sólo que había inflado las cifras. ¿Estamos ante dos casos comunes y, por tanto hay que pedir responsabilidades al presidente de Repsol YPF? Brufau recuerda que aquí hay una diferencia con Shell. En Repsol YPF ha llegado un nuevo equipo gestor, que es quien ha revisado a la baja las cifras de reservas dadas por el anterior equipo.

En datos: la revisión estimada por los técnicos de Repsol YPF es que hay que rebajar en 1.254 millones de barriles, lo que significa un 25% del total. De ellas, el 52% corresponde a Bolivia, el 41% a La Argentina. El resto se reparte, con alguna incidencia especial en Venezuela.

Las explicaciones para el error son varias: la primera, que los instrumentos de medición han mejorado. Cierto, pero no en tan poco tiempo ni para una diferencia de un cuarto del total de reservas.

Segund ha cambiado el escenario político. Esto puede ser cierto, sólo parcialmente, en Bolivia, por la nacionalización anunciada por Evo. Hay que insistir en que la nacionalización decretada por Evo sobre su riqueza de subsuelo no es nada extraño ni tiene nada que ver con esto. Sí tiene que ver la Ley de Hidrocarburos del anterior gobierno, que elevó la fiscalidad de los petroleros. En otras palabras, Repsol YPF podría decir que pozos o campos de gas antes contabilizados como reserva han dejado de ser rentables porque ha cambiado el panorama fiscal.

Bueno, se puede admitir, pero, desde luego, no por un 25%, ni tan siquiera con la especial situación boliviana. Pero en la Argentina en la Argentina no hay explicación regulatoria, legal o fiscal alguna. Ahí ha habido un error de bulto por el que los accionistas pueden exigir responsabilidades (no se espera en la CNMV, porque el organismo regulador es sabido que se entera siempre el último). En cualquier caso, el caos argentino es mucho más grave que el boliviano.

Tercera explicación: ha habido error, cuando no negligencia Y entones es cuando comenzamos a hablar de palabras mayores. Recordemos que era el vicepresidente Miguel Ángel Remón, hombre clave del equipo Alfonso Cortina, quien llevaba Exploración y Producción. Por lo que sea, Brufau decidió prescindir de un hombre clave en la compañía, que ahora está en su casa. Lo cierto es que Brufau no ha citado nombres pero es evidente que si el asunto se desmanda, si Repsol YPF se derrumba en bolsa no se recuperará, o sí. Lo más preocupante, su imagen quedará hecha jirones, entonces alguien deberá asumir su responsabilidad (recuerden una de la primeras máximas de las multinacionales: cuando empieces una labor, lo primero en lo que debes pensar es quién será el culpable si la cosa acaba en desastre).

Brufau, desde luego, ha dicho que no, que la nueva Repsol ofrece transparencia y advierte que no ha investigado nada, al menos por el momento.

¿Qué consecuencias tendrá esto sobre la OPA de Gas Natural? En principio, no mucho, dado que estamos hablando de una cuestión que tiene más de imagen que otra cosa. Además, no olvidemos que lo que pretende Repsol YPF un dato clave, al parecer constantemente olvidado- con el canje de acciones de la OPA que su actual participación del 30% se reduzca hasta el 5%.

Eso sí, es lógico que esto sea aprovechado por Endesa y por quienes hablan ya de management catalán, porque en la economía española, a día de hoy, todo pasa por la OPA. ¿Es Brufau un mal gestor por haber tardado un año en reducir la estimación de reservas o es un gestor estupendo por haber ofrecido transparencia donde había opacidad y haber entonado un canto de arrepentimiento? Escojan ustedes.

Por otra parte, Brufau no quiso ser tan duro como el consejero delegado de Gas Natural, José Luis Villaseca, con el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, a quien acusa de inflar la cotización de Endesa, pero sí advirtió algo muy parecid Obstruir al mercado no es la mejor garantía. Es decir, que, según

Él, el presidente de Endesa está obstruyendo al mercado e impidiendo que hable el accionista.

En cualquier caso, no es el balance sino la imagen de Repsol la que ahora se encuentra en entredicho. Se trata de la primera industria (si consideramos que Telefónica no es una industria) española, con una presencia muy fuerte en Iberoamérica, por lo que el asunto tiene su enjundia.

A las dos de la tarde Repsol volvía a cotizar con una fortísima caída, del 9% a la hora de cerrar esta edición.