Sr. Director:

"¿Dispuesto a pecar? Elige tu pecado en "Y". Gana un viaje y peca gratis".

Esta es la leyenda de un spot que no sé lo que anuncia pero sí lo que propone. Hoy, demasiadas palabras que pertenecían al acervo religioso se usan de forma profana después de haberlas vaciado de sentido.

Y el pecado, en el mundo de la publicidad, se identifica ya con cualquier cosa, preferentemente con pitanzas bien presentadas para promover la subida del colesterol y la glucosa. Pero el pecado real tiene connotaciones trágicas: provoca la muerte de la vida del alma, si es grave, o la ensucia, como las malas hierbas que crecen sin ningún control, si es leve.

Pecar nunca es gratis sino que tiene funestas consecuencias, como el Infierno, (otro vocablo de uso y abuso constantes), consecuencias tales que indujeron a Dios a tomar carne humana y a convertirse en un inmigrante terrícola, para predicar la Verdad y el Amor, y morir en una cruz antes de resucitar.

Lucía Rivera

Rivelu20@gmail.com