El ya ex presidente amenaza con acudir a los tribunales

Los fondos denuncian los escandalosos gastos del cesado: 1 millón de euros en sueldo, opciones y blindaje

Para una empresa en pérdidas y que se dispone a despedir un tercio de su plantilla (1.300 personas), el espectáculo de la tarde del jueves no resultó muy edificante. Los fondos anglosajones, propietarios de un tercio del capital, habían decidido ya el despido del presidente Eugenio Galdón.  De repente, se encontraron con la defensa, numantina e inesperada, del vicepresidente del Banco Santander -en quien los propios fondos habían pensado como sustituto, en lugar de José María Castellano-, como principal acreedor de la cablera.

La razón de tan heroica defensa parece lógica, dado que Eugenio Galdón no es sino un testaferro de Emilio Botín, pero ilógica desde el momento en que Inciarte representa a un prestamista y que ahora han comenzado a saberse las cuentas de Galdón: más de 1 millón de euros de salario, todo tipo de gastos, especialmente en coches blindados y de seguridad -que según los fondos eran totalmente exagerados- opciones sobre acciones auto concedidas y un blindaje que no se quiere pagar y que amenaza con terminar en los tribunales.

A los propietarios les ha irritado especialmente el intento desesperado de Galdón por obligarles a vender a bajo precio a un socio industrial -en principio iba a ser France Telecom, pero la francesa no hizo caso- para mantenerse en el cargo.