Sr. Director:

Estos días se celebra en Barcelona la Pasarela Gaudí. Los diseñadores, publicistas y medios de comunicación no sé si se dan cuenta de que son los que crean y difunden el modelo de belleza vigente en nuestra  sociedad.  Modelos de hombres y mujeres perfectos, con un cuerpo escultural, aparecen continuamente en vallas, spot televisivo y revistas. Los vemos en las pasarelas y nos hacemos a la idea de que estar delgado, ser joven y guapo va asociado con la felicidad, el éxito laboral y el éxito en las relaciones sociales y personales. Todo esto, unido al bombardeo continuo de productos adelgazantes milagrosos, rápidos y efectivos hace que la publicidad distorsione la realidad, cree insatisfacción personal y  estimule al consumo.

Pero, ¿quién marca el prototipo de belleza que se supone que hay que seguir? El psiquiatra Rojas Marcos señala que la idealización de la mujer delgada está promovida por la industria de belleza, industria controlada por los hombres (que exhiben a la mujer como un trofeo) y que mueve cientos de miles de millones.

Basta dar una mirada a nuestro alrededor para  darnos cuenta de que muchas modelos, bailarinas y mujeres famosas,  que  los medios de comunicación nos presentan como modelos, son anoréxicas, bulímicas, o cualquier trastorno alimenticio. Nuestros cuerpos deben encasillarse en los standards small, médium, large o extra-large. Debemos maquillar nuestra edad y nuestro rostro para parecer lo que no somos. Pero, ¿a costa de qué?

Reme Falaguera

falaguera@cir.unica.edu