Me encanta esta sociedad. Ojo al dato, lo explica el diario Cinco Días: el bufete Uría y Menéndez ha decidido que la creación de la Banca Cívica (¡Qué nombre más hortera!) como holding de la fusión virtual entre Cajanavarra, Cajacanarias y Cajaburgos no supone la conversión de cajas en bancos. Así que nos quedamos tranquilos.

Se lo voy a explicar: las fusiones bancarias, especialmente las virtuales, acabarán convirtiendo a estas entidades mutuales en bancos-SA en el plazo de un par de años, pero hay que venderle a la opinión pública que no.

Par ello, se contrata, es decir se paga, a un prestigioso despacho de abogados que, casualmente, concluye que no, que no hay peligro de conversión.  

La verdad es que si a un despacho de abogados se le contrata para que decida que la capital de España es París acabará concluyendo que la Torre Eiffell no es más que el oso y el madroño convenientemente estirados hacia el norte.

Pero no pasa nada: las fuerzas vivas de la población dan por bueno el artificio y aquí paz y después gloria. Apuesto doble contra sencillo: Si la fusión virtual entre Cajanavarra, Canarias y Burgos se lleva a efecto con celeridad, en 24 meses estaremos hablando de banca cívica. Fueron lo que tardaron los italianos en convertir la mayor caja de ahorros del mundo, Cariplo, en el banco Intesa.

Eulogio López

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