¿Puede un menor llevar a los tribunales a sus padres y pedir la emancipación médica? Si esta pregunta les ha enganchado deben acudir a contemplar La decisión de Anne, un melodrama que afronta (con bastante acierto) temas como la manipulación genética o el ensañamiento terapéutico.

En este drama familiar firmado por Nick Cassavettes (muy recordado por los románticos gracias a El diario de Noa), Abigail Breslin (la encantadora protagonista de Pequeña Miss Sunshine) encarna a Anne, una niña de 11 años que requiere los servicios de un abogado porque se niega a donar un riñón a su hermana mayor, enferma terminal de leucemia

La decisión de Anne plantea, desde el primer momento, el sentimiento y la responsabilidad que siente esa niña que fue concebida por fecundación in vitro para ser compatible genéticamente y ser donante de su hermana, al mismo tiempo que ofrece un acercamiento a  la vida de esa familia cuya existencia  cambió desde que se planteó el grave problema médico.  Narrada a través de continuos flash back,  este drama  convence a pesar de que utiliza,  en algunos momentos,  recursos fáciles para emocionar y provocar la lágrima en el espectador. Porque, es difícil no compadecer a  la adolescente  enferma cuya vida ha estado marcada por el sufrimiento,  a la madre luchadora que no sabe dónde esté el límite ético para  curar a su amada hija, al hijo problemático que no es atendido de forma correcta por falta de tiempo etc Y es que en esta historia, que deja muy claro los peligros de manipular la naturaleza, todos los personajes que desfilan incluso los secundarios (el abogado, la juez de familia, el padre etc)  rebosan humanidad.

Basada en la novela de Jodi Picoult: My Sisters Keeper (título original de la película), La decisión de Anne es uno de esos largometrajes  ideales para emitir en un cineclub con debate posterior.

Para: Los que les gustan los dramas que afrontan temas morales actuales