• Y, sin embargo, no hay acuerdo, a poco de terminar el año.
  • El jefe de los pilotos del SEPLA insiste en que los costes de la compañía ya están por debajo del 'low cost'.
  • Por tanto, 'no tiene sentido' mantener Iberia e Iberia Exprés.
  • El presidente de Iberia, Luis Gallego, es optimista: confiamos en llegar a un acuerdo con la plantilla antes de fin de año.
  • Pero tiene un plan B.

Estaban todos. Bueno, faltaba la ministra de Fomento, Ana Pastor, por razón de viaje, y el Ceo de IAG, el más duro con Iberia, Willie Walsh. Era la presentación del primer avión, de nombre Juan Carlos I, con la nueva marca de Iberia, de donde ha desaparecido la corona y se ha minimizado la bandera rojigualda, que ahora sólo es roja una vez. Sin embargo, el Rey de España había grabado un vídeo para la ocasión, donde se refirió a Iberia como "esa compañía con la que hemos crecido y que sentimos como propia".

Entre los presentes, el presidente de IAG y todavía de Iberia (hasta el 1 de enero), Antonio Vázquez, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, el presidente de AENA, José Manuel Vargas, el secretario de Estado de Transportes, Rafael Catalá, y hasta el cesante exconsejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez Lozano.

Ambiente festivo en la Terminal 4 del Aeropuerto de Barajas, donde hasta Antonio Vázquez, presidente IAG, se lanzó a cantar ópera, que ya tiene grabados varios discos. Y con orquesta en directo. Claro.

Eso sí, al fondo pesaba el futuro de Iberia pendiente de la negociación del plan de saneamiento. Si no hay acuerdo laboral no hay nuevos aviones ni habrá nuevas rutas. La sombra del 'low cost' planea sobre la compañía.

Y también estaba el presidente del SEPLA, Justo Peral, que volvió a convertirse en el centro de la reunión. En plena negociación Aznar se atrevió a decir que "si Iberia vuelve a ser lo que fue antes de la fusión, aceptaríamos una reducción de costes laborales de hasta el 60%.

¿De masa salarial No de costes laborales, es la respuesta. Lo cual, en efecto, le encantaría a la compañía. Es decir, estamos hablando de menos salario por más productividad.

Entonces, ¿por qué no se ha llegado ya a un acuerdo Seguro que Luis Gallego, que estaba en las proximidades, hubiese firmado ya mismo esa reducción de costes.

Peral insiste en que el acuerdo puede firmarse en una tarde y que la empresa ha paralizado las conversaciones desde el verano. Lo cierto es que si Luis Gallego, el nuevo presidente de Iberia -a partir del 1 de enero- hubiese oído estas palabras lo más probable es que el acuerdo se hubiera firmado allí mismo, no en una tarde. Gallego se muestra optimista pero, por si acaso,  tiene su plan B: si no hay acuerdo no habrá nuevos aviones ni nuevas rutas. Es decir, que British Airways y Vueling, creación de Iberia, seguirían creciendo e Iberia seguiría menguando.

Es más, Peral asegura que estarían dispuestos a evitar su gran defensa, el laudo de Montalvo, que tiene paralizado el crecimiento de Iberia Exprés.

¿Es otro farol de los pilotos de cara a los medios No está claro, pero lo cierto es que si se llega a un acuerdo en mucho menos de esos términos, Willie Walsh se quedaría sin argumentos para 'jibarizar' Iberia.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com