• Ministra Báñez: "esta es la revolución de la reforma laboral: crear empleo con bajo crecimiento económico". Cierto, pero muy poco empleo.
  • Durante los años 2006-2013, el paro entre los que sólo poseen estudios primarios (1 millón de españoles) subió en más de 50%. Entre los que tenían estudios superiores, el empleo creció un 2%.
  • Dejando a un lado la FP, la única política activa de empleo que funciona es la reducir impuestos laborales. Por ejemplo, la tarifa plana.
  • Eso sí, se acabó el chollo para empresarios y sindicatos en FP: ya no canalizarán los fondos de formación de empleo (la juez Alaya sabe mucho de eso).
  • Mientras, Guindos recuerda que las empresas españolas aún tienen que desapalancarse.
  • Suspensiones de pagos: que la banca capitalice deuda. Lo malo es que a veces quien capitaliza es la banca en la sombra… y entonces no estás liquidado: estás descuartizado.

Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del viernes 5. Comparece la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, junto a su mejor aliada en el Gobierno, la titular de Trabajo, Fátima Báñez, y el titular de Economía, Luis de Guindos (todos en la imagen).

A la vice le gusta pasar por la más ahorradora del Ejecutivo. Así, nos informa que acaba de firmar un acuerdo con una empresa de limpieza, que se encargará de la higiene en las dependencias estatales madrileñas. Resulta que antes la cosa de la bayeta salía por 225 millones de euros anuales y ahora han conseguido ahorrar 25 millones (en 30 meses), con aquello de la centralización. Que, por cierto, sí, ahorra, pero también expulsa a las pequeñas empresas del concurso.

Estupendo: contratación centralizada y solucionamos los males de la economía española. En serio, está bien, pero quizás no resulte estrictamente necesario que la vicepresidenta nos informe de todos los contratos de ahorro que consigue. Por ejemplo, el contrato de limpieza de organismos ubicados en la Comunidad de Madrid. La próxima semana, podría tocar la limpieza de los departamentos públicos en Hinojosa del Duque. 

Fátima Báñez, titular de Trabajo y Seguridad Social, es una ministra cercana, afable… pero con muy mala uva. Cuando un periodista de El País le dijo que sólo salía a escena cuando se trataba de dar buenas noticias, le respondió que estaba mintiendo.

A partir de ahí, entró en materia con la nueva batería de medidas activas de Empleo: "Desde 2006 hay crecimiento sostenido en el empleo y caída del desempleo", asegura Báñez. Y es cierto. Ahora bien mejora el desempleo porque salimos del fondo del pozo, un 26% de paro. Por esto, sólo podemos mejorar y lo hacemos lentísimamente.

También presume la titular de Trabajo de que, con un crecimiento muy moderado de la economía, España está creando empleo neto. Insisto, desde el fondo sólo se puede subir.

Otra novedad en el análisis de Báñez: PIB igual a empleo. Y eso es nuevo. Báñez se emociona y exhala: "Esta es la revolución de la Reforma Laboral". La suya, naturalmente.

Y entonces introduce sus medidas contra el paro más duro: sí, porque resulta que el 60% de los parados españoles son  de larga duración.

En suma, el Gobierno aprueba un paquete de políticas activas de empleo. No está claro lo que son las políticas activas de empleo, como no hablemos de la formación profesional. La única medida activa de empleo que funciona es la reducción de los impuestos laborales. Como muestra un botón: la tarifa plana de la Seguridad Social de doña Fátima. Sólo que es mínima. Si fuera máxima, tendría más éxito.

Y Báñez recuerda algo similar a lo que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, no dejaba de repetir que la formación, como la enseñanza, no es un problema de insuficiencia de recursos: las políticas activas de empleo, como  la educación, se han dotado con dinero suficiente: el problema es que los  resultados han sido un desastre.

Como siempre, el PP convierte en nuevas normas el refrito habitual de normas anteriores. Es la marca de la derecha española. Verbigracia: Báñez continúa hablando de emprendimiento para jóvenes, es decir, que el parado cree su propio puesto de trabajo, pero apenas hay medidas de ayuda al emprendedor. Hay lo de siempre: casi ninguna.

Eso sí, la ministra nos aporta un dato: desde 2007 hasta 2013 se disparó, en más de un 50%, el desempleo entre los trabajadores sin educación primaria. Entre quienes tenían estudios superiores la ocupación creció en un 2%. Por cierto, hay 1 millón de españoles con tan sólo estudios primarios. De ellos, 145.000 son jóvenes.

Eso sí, los fondos públicos para formación profesional se subastarán, a libre concurrencia. Nada de canalizarlos a través de empresarios y sindicatos. Estamos en la era jueza Alaya. Báñez advierte: "Vigilaremos que no haya fraudes: crearemos unidad especializada de Inspección de Trabajo para la formación profesional".

Luego le tocaba el turno al ministro de Economía e Investigación, Luis de Guindos. Presentaba, otro popurrí ya contado, otro decreto sobre suspensiones de pagos. Lo que no está claro es para qué, dado que el real decreto concursal fue aprobado por el Consejo de Ministros a primeros de año y aún está en las Cortes.

Empecemos por el final, Guindos destaca que la capitalización de deuda por parte de acreedores -bancos- ha sido "un instrumento bien recibido". Y así es. A fin de cuentas, en España más del 95% de las empresas que van a concurso de acreedores acaban liquidadas (por un 75% en Europa) y la capitalización de la deuda, que el banco se convierta en socio del prestatario no deja de ser un salida. La salida Pescanova, para entendernos.

Ahora bien, el peligro está en que en un país tan apalancado como España, resulta que ahora es la banca en la sombra -fondos y demás gente de mal vivir- quienes capitalizan deuda. Y entonces es cuando estamos perdidos. Porque los bancos capitalizan para poder cobrar salvando la empresa; la banca en la sombra es la que capitaliza para luego trocar la empresa: toma el dinero y corre.

En cualquier caso, en España se liquidan el 95% de las empresas que entran en concurso, en Europa el 75%.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com