Desde el 1 de enero Mapfre ya no es una mutua, sino una sociedad anónima que mantiene el compromiso de que el 50,01% de su capital estará en una fundación que mantendrá su cultura empresarial. Su presidente, José Manuel Martínez comparecía por primera v ante los medios informativos para dar cuentas del peculiar ejercicio de 2006.

Y los resultados no son malos, pero ya en ellos, se deja ver la orientación a la sociedad anónima. Por ejemplo, el dividendo ha crecido en un 111%, y el dividendo por acción un 40,6%, mientras el beneficio bruto lo hacía en un 32,6%. Esto debe de ser lo que el Gobernador del Banco de España llama control del mercado, aunque también podría denominarse exigencias del inversor. Y eso que el pay-out de Mapfre continua siendo bajo y el mercado le exige que lo suba seguramente por aquello del control.

Respecto al excedente, hay que hacer una aclaración. Los resultados enviados a la CNMV ofrecen un beneficio neto de 330 millones de euros mientras Mapfre ha anunciado 610. La diferencia entre esas dos cifras es la mutua, es decir, los seguros de coches, que en tanto mutua no se remiten al regulador, al revés que ocurre con el resto de seguros integrados en la Corporación, la cotizada.

Por lo demás, la nueva sociedad anónima vale 9.000 millones de euros. Ahora mismo, y a la espera de que los 5,2 millones de mutualistas decidan si quieren convertirse en accionistas o que les devuelvan el fondo mutual (la décima parte de la capitalización), la Fundación tenedora posee un 72% de Mapfre, aunque la tónica es llegar al 50,01%. Por cierto fue el sistema empleado en Italia para privatizar las cajas de ahorros, el mismo que tienta al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, un socialista que sólo concibe SA.

Independientemente de la transformación en SA, que ha marcado el año 2006, el crecimiento del negocio ha sido bueno y los resultados también. Los ingresos crecieron un 8,6% hasta los 13.234 millones de euros. Ahora mismo, Mapfre es el principal asegurador de Iberoamérica, por delante del AIG, el gigante americano que se coloca la cabeza del negocio asegurador mundial, seguido de los alemanes de Allianz. En Iberoamérica, Mapfre cuenta con una cuota de mercado del 6,1%

Al cerrar 2006, Mapfre estaba presente en 38 países, con 4.273 oficinas y 24.967 empleados.