La CNMV suspendió la cotización de Metrovacesa cuando la cotización se disparaba hacia arriba. Esta vez no tuvieron la culpa ni Joaquín Rivero ni los Sanahuja, aunque ellos fueron quienes iniciaron el baile macabro. Tampoco hay una operación corporativa a la vista, ni una disolución de la entente poco cordial entre un banco y otro. No, lo que ha ocurrido es que es un valor tan inflado por la especulación y por las ambiciones de unos y otros, que las acciones en préstamo superan al capital flotante. Hay mucha gente pillada que va a perder mucho dinero cuando se ejecuten los préstamos. Es decir, un circulo especulativo que se ha apurado al máximo pero que, en cualquier caso, va a terminar muy mal.