El supervisor está endureciendo la ampliación de las nuevas normas contables para evitar que las cajas participen en industrias. Sin embargo, los bancos están dispuestos a vender todas sus participadas. Caruana advierte a las cajas que deben comprar con mejor gestión sus debilidades corporativas, sin más explicaciones.

No es ningún secreto que a Jaime Caruana, gobernador del Banco de España, no le hizo gracia que Caja Madrid pasara del 5 al 10% del capital Endesa, sin encomendarse ni a Dios, ni al Diablo ni al Banco de España. La respuesta del presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, fue tajante: Esta adquisición forma parte del mandato otorgado por el máximo órgano de control de la entidad el día 21 de febrero de 2005, en el que se aprobaba la propuesta del presidente de Caja Madrid para ampliar y reforzar la cartera de participaciones industriales de la caja .

Para que nadie tenga duda: el Consejo de Administración de la caja de ahorros de Madrid, segundo grupo industrial de España, ha aprobado la propuesta de su presidente para ampliar y reforzar sus participaciones industriales.

Desde La Caixa llega el mismo mensaje, aunque no se ha hecho público. Ricardo Fornesa piensa seguir adelante con su grupo industrial, el primero del país, que al cerrar el último ejercicio valía, según la entidad, 11.650 millones de euros.

El círculo se cierra si pensamos que muchas de las empresas participadas, claves en el entramado industrial español, dependen de esas dos entidades: por ejemplo, Repsol , Telefónica, Iberia o Endesa .

Y no se trataba de la operación en sí: simplemente, el supervisor ha lanzado una campaña para que bancos y cajas no inviertan en industria. Para ello, ha endurecido la aplicación de las nuevas normas internacionales de contabilidad, por el que las entidades no pueden consolidar el beneficio de las empresas consolidadas, sino sólo el dividendo que reciben de su participación. Y es lo justo, pero le suponen a las cajas un varapalo contable, que no real, que desincentiva la participación en empresas industriales.

Mientras, los bancos lo tienen claro : la postura del Banco de España, el modelo anglosajón, se impone: BBVA y SCH, sobre todo este último, vender las participaciones industriales que le quedan. ¿Cuáles? Todas.

Frente a la opción de las cajas por la Industria, Jaime Caruana inauguraba en la mañana del jueves el Foro de Cajas de Ahorro, precisamente dedicado a la Responsabilidad Social Corporativa, aunque parece que esta cuestión no interesaba a muchos. Caruana ha estado duro con las cajas pero se ha negado a concretar el fantasma que aleteaba detrás de sus admoniciones: las participaciones industriales. Así, el gobernador ha hablado de mayor transparencia y control de la gestión a cambio de la presunta mayor debilidad corporativa de las cajas de ahorros: Parece conveniente -explicó Caruana- que las debilidades ya mencionadas en el gobierno corporativo de las cajas requieren una mayor exigencia en otros los pilares de gobierno corporativo, como son el propio gobierno interno y la propia transparencia.

Por su parte, Zapatero ha pedido independencia de las cajas de ahorros frente a los gobiernos autónomos, no se sabe si pensando en sus correligionarios de Cataluña o en los de Andalucía., pero en su discurso de la mañana del jueves no ha querido entrar en las participaciones industriales del sector financiero.