El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó ayer el "ultimátum" lanzado por los principales líderes europeos para que convoque elecciones en el plazo de una semana o, si no lo hace, reconocerán al presidente de la opositora Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como mandatario legítimo del país. "Las élites europeas no reflejan la opinión de los pueblos europeos. Se han comportado con arrogancia. Nadie puede darnos un ultimátum. Si alguien quiere irse de Venezuela, que se vaya", señaló en declaraciones a la CNN. Maduro centró sus críticas en el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, del que dijo que "es presidente no electo", mientras que él ha sido "elegido y reelegido por el voto popular”.
Además, los taxistas amenazan con colapsar Madrid en una nueva jornada de huelga.
Ángel Garrido (COPE), sobre el conflicto con el taxi: "Nosotros no haremos lo mismo que en Cataluña"
Ángel Garrido, presidente de la Comunidad, ha rechazado en la COPE favorecer a los taxistas para apuntalar un monopolio. "Los taxistas sólo admiten que sólo se pueda contratar un VTC con una hora de tiempo. Eso es lo que han conseguido en Cataluña, ese lugar que se dirige a la Edad Media desde hace tantos años. Pero aquí en Madrid no lo vamos a aceptar porque tenemos liberalizados los sectores y la ley lo impide. Yo no voy a dejar un pufo a todos los madrileños solo porque haya un chantaje de una parte de los taxistas", ha asegurado. Garrido apuesta por aprobar una legislación que sea "razonable" y que deje al taxi el único privilegio de poder captar clientes en la calle. "Nosotros seguimos manteniendo contacto con los taxistas. Pero algunos de sus representantes han pretendido desde el principio el todo o nada. Y cuando uno toma esa actitud, normalmente consigue nada", ha advertido Garrido.
Garrido también desoye las críticas del Delegado del Gobierno en Madrid, que le ha pedido que se ponga a trabajar en el asunto, y le ha recordado que los taxis llevan bloqueando calles desde hace más de una semana sin que la delegación haya hecho nada.
Antón Losada (SER): “Las huelgas se hacen para molestar y para provocar una reacción por parte de los gobernantes porque si no no sirven de nada”
Antón Losada explicaba: “El derecho de huelga es sagrado. Y casi me alegro de que no esté regulado. Las huelgas se hacen para molestar y para provocar una reacción por parte de los gobernantes porque si no no sirven de nada. Siempre se plantea este debate, el derecho de los ciudadanos a ejercer su derecho de libre desplazamiento, acudir a sus puestos de trabajo. Yo entiendo los inconvenientes que pueda causar pero hay gente que está luchando por sus derechos, por su puesto de trabajo, por el futuro de sus hijos, por su propio futuro y utilizan las armas que tienen a su disposición, yo jamás me posicionaré en contra del uso del derecho de huelga”.
José Antonio Zarzalejos (SER): “Tienen que ser compatibles todos los derechos y todas las libertades”
En la SER, José Antonio Zarzalejos opinaba: “Tienen que ser compatibles todos los derechos y todas las libertades, sencillamente concentraciones que están previamente comunicadas y autorizadas”. “Lo que no está autorizado ni previamente es que se ocupe la Castellana y que por lo tanto hoy Madrid esté colapsado. Ahí es donde yo establezco la diferencia”. “Lo que no podemos comprender (los ciudadanos) es que de buenas a primeras, desde ayer, durante toda la noche y esta mañana, la Castellana esté colapsada, hay que tener proporcionalidad”.
José María Izquierdo (SER): “Resulta que ningún mandatario, ministro o embajador puede desplazarse a Caracas. Para hablar”
En la SER, José María Izquierdo afirmaba: “Un poco más de Venezuela, que a veces conviene insistir en los asuntos para intentar dejar las cosas algo más claras de lo habitual. Es sabido, desde hace 500 o 600 años, que el Ojo anda hoy que lo tira, que siempre ha existido una cosa que se llama política exterior. Se mandaban embajadores los reyes y en general los poderosos, una vez para casar a heredera con heredero, otra para aliarse con quien hasta ese momento había sido su peor enemigo. Viajaban, llenos de dificultades y peligros, para tratar de arreglar las cosas, siempre tan complejas.
Y hoy, en este mundo interconectado, con vuelos trasatlánticos en primera clase, con teléfonos no ya inteligentes, sino mucho más sabios que nosotros mismos, resulta que ningún mandatario, ministro o embajador puede desplazarse a Caracas. Para hablar. Para negociar. Para pactar. Se elige asomarse al televisor, y a distancia, dar un ultimátum al enemigo para que se rinda. ¿Esa, de verdad, es toda la política que nos ha enseñado la democracia? Y si el obcecado no cede, ¿mandamos los tanques, los bombarderos, les invadimos y fusilamos a sus dirigentes por no habernos hecho caso? Como excrecencia sin importancia en todo este asunto, riámonos a carcajadas de ese nuevo Guerrero del Antifaz, llamado Pablo Casado, que llama cobarde, voto a bríos, al presidente del Gobierno. Adivinanza: ¿quién es Pedrín, Rivera o Abascal?”.
Carlos Alsina (Onda Cero): “Empezó la declaración de Sánchez y el reconocimiento (a Guaidó) no aparecía por ningún lado. De hecho, no apareció”
En Onda Cero, Carlos Alsina comentaba: "Empezó la declaración de Sánchez y el reconocimiento (a Guaidó) no aparecía por ningún lado. De hecho, no apareció”. “Una de dos: o en la Moncloa hay portavoces que no saben distinguir un reconocimiento oficial de esto que hizo Sánchez, o algo ocurrió para que lo que iba a ser ya se haya aplazado ocho días. El reconocimiento a Guaidó quedó supeditado a lo que haga Maduro, que es tanto como dejar en manos de Maduro lo que acabe haciendo España y es tanto como reconocerle a Maduro que el encargado, hoy, de convocar las elecciones es él. Y no Guaidó. Ya puede insistir el gobierno en que esto no significa que se le esté reconociendo a Maduro una legitimidad que no tiene que, en la práctica, eso es lo que se ha hecho. Hasta el sábado la posición era: el mandato de Maduro ya expiró porque ni las elecciones del año pasado ni la toma de posesión han sido constitucionales. Desde el sábado la postura es: bueno, vale, pero admitimos que el que manda es él y hay que pedirle a él que abra la mano. Bueno, ‘pedirle’ no, exigirle. Por eso los medios lo hemos llamado ultimátum. Y por eso Maduro se revuelve al grito de quién es España, quién es Europa, para darle a él un ultimátum”.
Rubén Amón (Onda Cero): “¿Atribuir a Maduro la potestad de convocar elecciones no es reconocerle como presidente?”
En Onda Cero, Rubén Amón se preguntaba: “¿Atribuir a Maduro la potestad de convocar elecciones no es acaso reconocer a Maduro como presidente? Ya sabéis que Sánchez ha urgido un ultimátum de ocho días para que Maduro convoque los comicios. Y si no lo hace, reconocería a Guaidó.
¿Ocho días...de qué? La pregunta no es mía. Es la reacción de Venezuela al ultimátum en cuestión.
La expuso en la ONU el embajador venezolano. E hizo una pregunta que alinea a Maduro con Casado y Rivera".
Santi González (COPE): “La propuesta de Sánchez, y de toda la UE, es un callejón sin salida”
En la COPE, Santi González comentaba: "En todo este lamentable asunto del doctor Sánchez y Venezuela no hemos sabido valorar un aspecto que habla a favor de nuestro presidente del Gobierno, que es su liderazgo internacional. ¿Es o no un líder alguien que ha impuesto a los 28 países de la UE una salida tan absurda como el ultimátum de 8 días para que Maduro convoque unas elecciones limpias democráticas y transparentes?
La propuesta de Sánchez, ya de toda la Unión, es una aporía, un callejón sin salida, una contradicción en sus propios términos. Vayamos por partes: la Unión Europea, al igual que la Organización de Estados Americanos y el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos no reconocieron la legitimidad de las elecciones de mayo de 2018.
No es muy coherente negar a Maduro legitimidad como presidente y darle un plazo para que cumpla una prerrogativa estrictamente presidencial, como es convocar elecciones. Y más confiar en que sean unas elecciones democráticas, limpias y transparentes. La ilegitimidad de Maduro solo deja una salida, según la propia Constitución bolivariana: que sea la Asamblea Nacional la que convoque las elecciones, o lo que es lo mismo, reconocer a su legítimo presidente, Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela. Evitar el reconocimiento de Guaidó para confiarle la solución democrática al tipo a quien ya se había negado la legitimidad carece de sentido, no solo democrático, sino de sentido lógico, también llamado común. Pedro Sánchez es rehén de su socio principal, un partido español que es una criatura bolivariana, que debe al chavismo su nombre, su ser y la financiación con la que dio sus primeros pasos. Se llama Podemos y es el acrónimo de una escisión que sufrió el MAS en 2002: por la democracia social. Todos sus dirigentes fueron asesores de Chávez y Maduro. Ahora son los principales socios de Sánchez. ¿Qué motivos hay para preocuparse?”.
Ignacio Camacho (COPE): “Las elecciones no las puede ni convocar Maduro ni presentarse Maduro porque el régimen ha desembocado en una tiranía y en un éxodo de hambre”
En la COPE, Ignacio Camacho decía: “Nadie quiere hablar de esa asamblea constituyente, fantasmal, absolutamente ilegítima, en la que Maduro apoya su poder actual. Y con eso qué hacemos. Las elecciones no las puede ni convocar Maduro ni presentarse Maduro porque el régimen ha desembocado en una tiranía y en un éxodo de hambre. Y yo no sé si las tiene que convocar Guaidó o no pero desde luego las tiene que convocar una plataforma independiente del poder.
Fernando Jáuregui (COPE): “A mí Maduro no me gusta nada pero es que Venezuela está partida en dos y hay una parte de esa Venezuela que indudablemente está con Maduro”
Fernando Jáuregui señalaba: “Esto tiene muchas aristas y no lo veo tan fácil. A mí Maduro no me gusta nada pero es que Venezuela está partida en dos y hay una parte de esa Venezuela que indudablemente está con Maduro. Se pone la camisa roja, yo he estado allí, lo he visto, muchos lo hemos visto y no es tan fácil decirle de pronto lárguese, porque no se va a largar. Hay que ver la foto de la cúpula militar, esa foto a mí me asusta, me recuerda mucho a Chile y a Argentina”.