La dirección del PP cerró ayer filas para defender a su presidente, Pablo Casado, que ayer se encontraba en Colombia para asistir a la toma de posesión de Iván Duque. El secretario general, Teodoro García Egea, reclamó a quienes dudaron de la "honorabilidad" de Casado que pidan disculpas y sostuvo que "los inocentes no deben dimitir". "Todas las acusaciones se han desmontado, pero nadie pide disculpas", dijo, y denunció el "escrutinio" al que ha sido sometido el líder del PP, con una "doble y triple vara de medir". Según dijo, Casado "está siendo víctima de una persecución".