En una parálisis facial el principal afectado es el nervio facial, el que dirige los músculos de la
La cara es la principal carta de presentación de una persona. Una parálisis facial trastoca la calidad de vida de quien la padece en muy diferentes ámbitos. No solo afecta en el día a día, por ejemplo, con una parálisis muscular, con espasmos faciales, o contracturas musculares, sino también a la hora de parpadear, el famoso síndrome de las lágrimas de cocodrilo, o por ejemplo, al hablar.
También lo hace a nivel estético, cambiando la imagen o la expresión facial de la persona, pero también impacta en el plano de la salud mental. De hecho, es una de las patologías que más traumatismo emocional genera en los pacientes. Con una parálisis facial el principal afectado es el nervio facial, el que dirige los músculos de la cara, de forma que si existe una afectación en este eres incapaz parcial o bien totalmente de mover alguna zona de la cara, con todo lo que ello implica.
“La principal causa de la parálisis facial es idiopática, es decir, desconocida”, resalta el especialista en Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital La Luz (Madrid), el doctor Antonio Fernández García, quien recuerda que la mayor parte de estas suelen recuperarse casi por completo al cabo de quince días o al cabo de un mes.
Por ello, remarca que el protocolo inicial ante una parálisis facial es esperar entre tres y seis meses para ver si hay una resolución espontánea del problema. "Si en esos meses de seguimiento no hay una recuperación, entonces es cuando debes plantear el actuar quirúrgicamente", indica el especialista de Quirónsalud.
¿Se puede recuperar al 100% la cara?
Recuerda a su vez que existe una gran variedad de patologías responsables de esta afección, como los tumores malignos de parótida, los tumores de la base craneal como los neurinomas de pares craneales; algunas infecciones, como la del herpes zóster; o bien traumatismos craneofaciales entre otras razones.
La principal causa de la parálisis facial es idiopática, es decir, desconocida
Según defiende este experto, la cirugía logra una mejora en la calidad de vida y en la autoestima del paciente, si bien lamenta que en la actualidad una restitución completa previa a la parálisis es imposible. "Conseguir un movimiento de la cara completo y simétrico con el otro lado es muy difícil de conseguir", señala el doctor Fernández García.
Por otro lado, menciona que el tratamiento de las lesiones tumorales, por ejemplo, puede requerir el sacrificio del nervio facial, desarrollándose así dicha parálisis; un hecho que afecta por igual a mujeres y a hombres, y además de cualquier edad.
Reconoce en este sentido que, en algunos casos, de inicio ya se sabe que la lesión del nervio es irreversible, y la recuperación espontánea no va a ocurrir: "Por ejemplo, tras la resección de un tumor maligno en la parótida, o tras una intervención neuroquirúrgica donde el neurocirujano ha tenido que sacrificar el nervio facial para la resección del tumor. Con estos pacientes no esperas para operar”.
Ahora bien, cuando se tiene que sacrificar el nervio facial, este experto del Hospital La Luz avisa de que la parálisis facial se trata de manera inmediata. "Lo ideal es siempre la reconstrucción inmediata y primaria tras extirpar el tumor y perder el nervio facial. Así es como se obtienen los mejores resultados", apunta.
Para los casos recientes, de menos de 18 meses, el objetivo es reestablecer las conexiones nerviosas
¿Qué tipos de técnicas quirúrgicas existen?
Un primer punto a tener en cuenta a la hora de proceder en estos casos, según defiende el cirujano maxilofacial, es la protección del ojo. Según explica, al no cerrar este por la parálisis, la córnea está expuesta y son pacientes que, si no se hace nada, pueden desarrollar queratitis, úlceras corneales, aparte de presentar un riesgo elevado de perder la visión.
Básicamente, distingue entre dos tipos de técnicas quirúrgicas, y el uso de una o de otra dice que dependerá de la antigüedad de la parálisis. Estas son las técnicas dinámicas y las estáticas.
"Ese límite son los dos años. En un paciente con una afectación del nervio facial de menos de un año y medio de evolución, su musculatura facial aún no se ha atrofiado de manera irreversible y puede ser recuperable si vuelve la corriente eléctrica a dicha musculatura. Es decir, si se restaura la conducción nerviosa a los músculos de la mímica facial. Si no llega el impulso nervioso a los músculos de la cara en un año y medio esos músculos ya no son recuperables", subraya el doctor.
Básicamente, distingue entre dos tipos de técnicas quirúrgicas: dinámicas y estáticas
En los casos de parálisis faciales de larga duración, este experto en Cirugía Maxilofacial destaca que se llevan a cabo transferencias de otros músculos del cuerpo a la cara. En cambio, señala que para los casos recientes, de menos de 18 meses, el objetivo es reestablecer las conexiones nerviosas, localizando otros nervios craneales no afectos, y establecer nuevas uniones neurales. “Se trata de reestablecer el impulso eléctrico perdido hacia musculatura facial", detalla el especialista del Hospital La Luz.
Así, en el caso de las técnicas dinámicas el cirujano maxilofacial Fernández García reseña que se trata de los procedimientos más complejos, ya que buscan devolver la movilidad a una cara que está paralizada. Mientras, dice que las estáticas buscan dar un soporte y elevar las zonas de la cara que están ‘caídas’ por la parálisis: "Como un lifting de la ceja, así como colocar una pesa en un párpado para que cierren el ojo".
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