No se sabe si el calzado apretado, de tacón alto o estrecho, puede causar el juanete en el pie o contribuir a su aparición
Los juanetes pueden llegar a ser muy molestos, no sólo físicamente, sino también estéticamente. Y es que son súper frecuentes, mal que nos pese. Científicamente se conocen como ‘Hallux Valgus’ y consisten realmente en una deformidad del pie, que puede aparecer en la juventud, pero es más frecuente a partir de la edad adulta.
El doctor Luís Sánchez Navas, jefe de Traumatología de Quirónsalud Torrevieja, es experto en el tratamiento de los juanetes. Dice que a día de hoy se desconoce el origen exacto de los mismos, si bien afirma que se pueden mencionar algunas posibles causas como el tipo de pie que hayamos heredado, el estrés, las lesiones en los pies, o las deformidades presentes al nacer en los pies.
“No se sabe si el calzado apretado, de tacón alto o estrecho, puede causar el juanete en el pie o contribuir a su aparición. Los juanetes podrían estar relacionados con ciertos tipos de artritis, en particular con los tipos inflamatorios, como la artritis reumatoide”, agrega el especialista.
La cirugía percutánea permite abordar deformidades cuándo no hay afectación significativa de las articulaciones involucradas
Los ‘hallux valgus’ se caracterizan porque el borde interno del pie va abultándose, y el dedo gordo se desvía hacia los otros dedos, pudiendo llegar a angularse de forma importante, colocándose debajo de los otros dedos: “Este proceso es progresivo, es decir, el tiempo de progresión es muy variable. También es un proceso complejo en el que intervienen diversas articulaciones del pie” añade el doctor Francisco Hernández Mira, del equipo de la Unidad de Traumatología de Quirónsalud Torrevieja.
Sobre sus síntomas, el doctor Sánchez Navas precisa que dependen de cada paciente, siendo frecuente el enrojecimiento y el dolor sobre la zona desplazada, que además al ensanchar el pie, produce un incremento del roce del calzado. Apunta igualmente que no es infrecuente que el juanete se acompañe de otras deformidades en el resto de los dedos del pie.
Por ello, enumera los síntomas más frecuentes de esta afección:
- Abultamiento en la parte exterior del pie, en la base del dedo gordo.
- Hinchazón, enrojecimiento o dolor alrededor de la articulación del dedo gordo del pie.
- Callos o callosidades: frecuentemente estos aparecen en el primer y segundo dedo del pie ya que se rozan entre sí.
- Tener un dolor continuo o, dolor que aparece y desaparece en el pie o dedo gordo.
- Notar un movimiento limitado del dedo gordo del pie.
“Si te has dado cuenta de que tus molestias son cada vez más fuertes y te impiden caminar de forma cómoda o simplemente hacer vida normal, es el momento de acudir a un especialista”, recomienda el doctor Sánchez Navas.
Los ‘hallux valgus’ se caracterizan porque el borde interno del pie va abultándose, y el dedo gordo se desvía hacia los otros dedos
Según recuerda, los pacientes no deben tener miedo de acudir al hospital o a un centro sanitario hoy en día puesto que estos han diseñado circuitos libres del virus. Además, Quirónsalud Alicante cuenta con la certificación ‘Applus+ Protocolo Seguro frente a la COVID-19’, que acredita su cumplimiento de los estándares más exigentes de desinfección en esta pandemia.
¿Cuándo operar un juanete?
El traumatólogo incide en este contexto que la decisión de operar el juanete depende de cada caso y paciente, dado que, según subraya, los juanetes juveniles tienen un enfoque distinto que los que se presentan en una edad más avanzada como la edad mediana.
“A la hora de determinar si es necesaria la operación para la corrección se deben llevar a cabo una serie de pruebas como estudios y mediciones angulares radiográficos, así como la progresión de la deformidad y de la intensidad de los síntomas en cada caso particular”, apostilla.
Si procede la intervención quirúrgica, el experto de Quirónsalud Alicante sostiene que existen diversas técnicas quirúrgicas para su tratamiento, y la indicación dependerá de diversos factores como el grado de afectación y de deformidad del pie, la edad, así como la presencia de otras patologías asociadas entre otros.
“La cirugía percutánea permite abordar deformidades cuándo no hay afectación significativa de las articulaciones involucradas. En casos en los que los pacientes tengan la deformidad más avanzada se pueden asociar diversos procedimientos, fundamentalmente dirigidos a reorientar el dedo. Para ello puede ser necesario el realizar unos cortes muy precisos en el hueso (osteotomía), a través de cuya forma y dirección se puede cambiar la forma del hueso, corrigiendo la deformidad que se presenta consiguiendo alinear el dedo”, detalla por su parte el doctor Javier Ferrandez, también parte del equipo de la Unidad de Traumatología de Quirónsalud Torrevieja.
Si existe patología asociada (metatarsalgia, dedos en martillo, etc.), se puede corregir en el mismo acto quirúrgico por abordajes independientes. Más o menos, y aunque todo dependerá del tipo de intervención, Sánchez Navas estima que la cirugía de Hallux Valgus puede durar de 30 a 90 minutos.
Pautas para el postoperatorio
En cuanto al postoperatorio, el traumatólogo subraya que será fundamental mantener el pie elevado, más alto que la cadera, para favorecer el retorno venoso y disminuir la inflamación: “Sobre todo, en los primeros días hay que evitar tener el pie en la posición que habitualmente tomamos al estar sentados, ya que el pie tiene una gran tendencia a inflamarse, lo cual repercute en un incremento de las molestias, un empeoramiento en la cicatrización de las heridas y una rigidez global del pie”.
No es infrecuente que el juanete se acompañe de otras deformidades en el resto de los dedos del pie
Inicialmente será necesario un vendaje compresivo para ayudar a la contención del edema y la inflamación, y posteriormente, el experto de Quirónsalud Alicante aconseja llevar un calzado ortopédico que previamente habrá prescrito el cirujano.
A su juicio, es importante el cuidado y el control de los vendajes, que muchas veces son un apoyo para mantener la corrección realizada. “También hay que seguir las indicaciones del cirujano, que normalmente pauta un tratamiento antinflamatorio y analgésico, específicamente diseñado para cada caso”, sentencia el experto Luís Sánchez Navas.
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