La Dra. Carmen Pingarrón, jefa de equipo de Obstetricia y Ginecología del Hospital Quirónsalud San José, señala que: “En realidad cistitis es el término médico para la inflamación de la vejiga, y tener una inflamación de la vejiga puede ser doloroso y molesto, además de peligroso, porque, si se propaga a los riñones, puede convertirse en un problema grave”.

La principal causa de la cistitis es la bacteria Escherichia coli (E. coli), que normalmente habita en el tracto gastrointestinal. La humedad y el calor, que conviven de manera extrema en el ambiente veraniego, ayudan al desarrollo de esta bacteria. Otras, como la Klebsiella pneumoniae y la Staphylococcus saprophyticus, también pueden ser responsables de infecciones del tracto urinario.

La cistitis también puede manifestarse como una reacción a ciertos medicamentos o a la radioterapia. Asimismo, los factores que pueden irritar la vejiga, como los productos de higiene íntima, los geles espermicidas o el uso prolongado de una sonda, también pueden provocar cistitis. Esta afección también puede aparecer como una complicación de alguna otra enfermedad.

La principal causa de la cistitis es la bacteria Escherichia coli (E. coli), que normalmente habita en el tracto gastrointestinal

Prevención y cuidado

Se estima que, en España, alrededor del 50% de las mujeres experimentarán al menos un episodio de cistitis en su vida. Además, hasta el 30% de las mujeres tendrán al menos un episodio de cistitis recurrente.

Durante el verano, las mujeres pueden verse más propensas a sufrir cistitis debido al ambiente húmedo generado por el calor. El sudor, los bañadores mojados, las playas y las piscinas crean condiciones propicias para la proliferación de gérmenes causantes de la infección.

Existen diversas formas de prevenir la cistitis. En primer lugar, es crucial mantener una buena higiene y limpiarse adecuadamente después de defecar, siempre de adelante hacia atrás.

Tomar probióticos por vía oral ayuda a mantener el equilibrio en la flora intestinal y vaginal, dificultando la entrada de gérmenes en la vejiga. Además, hay preparados con arándanos rojos y D-manosa (un azúcar simple, un monosacárido, relacionadao estructuralmente con la glucosa o la fructosa) que ayudan a evitar las recaídas de las infecciones.

La cistitis debe ser tratada adecuadamente para evitar su progresión hacia las vías urinarias superiores y la pielonefritis.

El sudor, los bañadores mojados, las playas y las piscinas crean condiciones propicias para la proliferación de gérmenes causantes de la infección

Pero, además, existen otras enfermedades o patologías que afectan el tracto urinario y requieren precaución durante el verano. Por ejemplo, las mujeres suelen experimentar con mayor frecuencia candidiasis vaginales en esta época del año, favorecidas por los mismos factores predisponentes que la cistitis. Sin embargo, su tratamiento difiere, ya que se utilizan antifúngicos en lugar de antibióticos.

Atención a los síntomas

Los signos y síntomas de la cistitis pueden incluir: la necesidad intensa y constante de orinar, la sensación de dolor o ardor al orinar; el hecho de orinar frecuentemente en pequeñas cantidades; la presencia, por escasa que sea, de sangre en la orina (hematuria); la orina turbia y de olor fuerte, las molestias pélvicas o la sensación de presión en el abdomen.

Dra. Carmen Pingarrón Ginecóloga

 

Para los niños pequeños, tener nuevos episodios de orinarse accidentalmente durante el día puede ser un signo de infección de las vías urinarias aunque mojar la cama por la noche cuando están solos probablemente no esté asociado a una infección de las vías urinarias.

 

Existen diversas formas de prevenir la cistitis. Por ejemplo, es crucial mantener una buena higiene ylimpiarse adecuadamente después de defecar, siempre de adelante hacia atrás.

La Dra. Pingarrón advierte también que si después de un tratamiento con antibióticos regresa de inmediato la cistitis, es necesario consultar al especialista de inmediato.