Después de la carrera infantil en paños menores y de la gincana pornográfica infantil, Sodoma y Gomorra se instala en las Fiestas patronales de Barajas de Melo, un pequeño pueblo de Cuenca, otganizadas por el Ayuntamiento, gobernado por el PSOE.

En uno de los actos con motivo de las Fiestas, dos bailarines muy ligeros de ropa acompañados por un DJ que ponía música, comenzaron a bailar y a emular posturas sexuales tirados en el suelo. "Los asistentes contemplaron cómo se exhibían órganos genitales en posturas en las que se recreaban escenas explícitas de sexo, algo totalmente prescindible en celebraciones como unas fiestas patronales", aseguraron desde el PP, y es que uno de los bailarines, aparentemente, iba completamente desnudo. 

Los populares y varios vecinos de la localidad ha pedido responsabilidades a la alcaldesa, Milagros Llorente, por "contratar este tipo de actuaciones, pagarlas con dinero público y que, además, formen parte del programa oficial de las Fiestas Patronales en Honor a la Santísima Virgen de la Vega"

"Dudamos mucho de que tanto los patrocinadores y anunciantes del programa de fiestas como las asociaciones y autoridades que han formado parte del libro en el que se recoge el programa, entre ellos el propio presidente de la Junta, Emiliano García-Page, aprueben que se contraten este tipo de espectáculos para conmemorar unas fiestas tan especiales que se viven en familia y entre amigos", añaden, y exigen "rendir cuentas y responsabilidades ante los barajeños, tanto si conocía de antemano el contenido del espectáculo como si no". Y aseguran que "puede incluso haberse cometido un delito si el espectáculo fue presenciado por algún menor".

Desde el Ayuntamiento aseguran que "En el mismo momento que ocurrieron los hechos, desde el Ayuntamiento se habló in situ con las personas que estaban actuando para indicarles que parasen la misma, ya que no era lo que se había contratado (…). A continuación se puso en conocimiento de todos los hechos a su responsable, que tomó la decisión, una vez conocido lo sucedido con detalle, de finalizar el contrato con los bailarines que intervinieron en la noche en cuestión, restando responsabilidad al DJ, y suspendiéndoles todos los bolos contratados".