En Cataluña, concretamente en la población barcelonesa de Vilassar de Mar, de unos veinte mil habitantes, y gobernada por ERC, ha tenido lugar un suceso que ha indignado a los padres.

Y es que, según recoge La Vanguardia, el Servicio de Juventud del Ayuntamiento organizó una gincana nocturna con contenido porno para un público comprendido entre los 12 y los 30 años, el pasado 22 de julio.

Entre las ‘pruebas’ de la citada gincana figuraba, por ejemplo, colocar condones con la boca en palos y plátanos, reproducir posturas del Kamasutra o simular penetraciones hasta romper un globo contra el cuerpo de la otra persona.

Pero es que, además de fingir actos sexuales, las "actividades" incluyeron también preguntas sobre las drogas. Así y según los padres, se preguntaba sobre si determinadas sustancias se inyectan o se inhalan. Si la respuesta no era correcta, echaban agua y harina a los participantes.

Ante ello, algunos padres estudian denunciar al equipo de gobierno del consistorio ante la Fiscalía de Menores y añaden a sus quejas que el "Servicio de Juventud" ha difundido imágenes de algunas menores en su cuenta de Instagram, donde recoge sus actividades, muchas de ellas relacionadas con el sexo.

Un técnico municipal les ofreció como toda explicación que se trataba de "actividades con finalidades educativas que responden a la curiosidad de los niños

Los padres, que han vertido su indignación en el diario La Vanguardia, sostienen que un técnico municipal les ofreció como toda explicación que se trataba de "actividades con finalidades educativas que responden a la curiosidad de los niños".

La concejal de Juventud, Participación Ciudadana, Igualdad y Transparencia, Montse Gual, no responde de momento ni al diario barcelonés y el Ayuntamiento se remite a un documento que prepara su servicio de comunicación.

Ante hechos semejantes solo cabe recordar esta frase: políticos, saquen sus sucias manos de nuestros hijos. O, como dicen los padres en Hispanoamérica cuando se oponen a contenidos pro-ideología de género, ‘con mis hijos no te metas’.