Tal y como publicó Hispanidad, el pasado domingo los húngaros volvieron a elegir a la formación gubernamental Fidesz, la del actual primer ministro húngaro Viktor Orban,  para gobernarles. De hecho, sumó el 53% de los votos, más que en los comicios de 2018, y logró el control de 135 escaños en una cámara de 199 diputados.

Hungría seguirá teniendo, por tanto, un primer ministro que defiende la identidad y la seguridad de los húngaros, apuesta por la familia y la vida, y se opone al consenso progre de las élites de Bruselas (como la Comisión Europea de Ursula Von der Leyen), que han querido hacerle la vida imposible al Gobierno de Orban por oponerse, junto a Polonia, al adoctrinamiento en ideología de género y al defender la vida y la familia.

Pero es que, además, en esas mismas elecciones del domingo, los húngaros fueron consultados en referéndum por la ley de protección infantil de Orban, que buscaba salvaguardar el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones morales y religiosas. Pues bien: más del 90% de los húngaros que han votado se opusieron al adoctrinamiento en ideología de género a sus hijos en las escuelas, aunque, al parecer, no hubo quórum necesario, tal y como recogió también Hispanidad.

 

Recordemos que para hacer frente a la amenaza chantajista de la Comisión Europea,  el mandatario húngaro Orban quiso que fuese el país quien se pronunciase sobre la ley de protección infantil de Hungría, tal y como informó Hispanidad.

Quizá por todo ello, y volviendo a Ursula Von der Leyen y a la Comisión Europea, la propia Ursula anunciaba ayer martes el envío de una carta a Hungría que supone aplicar por primera vez el mecanismo que permite bloquear los fondos comunitarios, justificándolo en las dudas de Bruselas en materia de Estado de Derecho.

Bruselas lo justifica en que Hungría tiene supuestos problemas de corrupción y falta de independencia judicial. Pero todo suena  a rabieta por haber vuelto a ganar Orban las elecciones.

Bruselas lo justifica en que Hungría tiene supuestos problemas de corrupción y falta de independencia judicial. Pero todo suena  a rabieta por haber vuelto a ganar Orban las elecciones

En juego están más de 40.000 millones de euros en fondos europeos a los que aspira el Gobierno de Viktor Orbán. "Se activa un procedimiento que tiene un marco temporal específico, así que hay un proceso en marcha ahora", ha expuesto Von der Leyen.

El bloqueo de fondos no es inmediato, en la medida en que pueden pasar aún varios meses antes de que se adopte una decisión definitiva en el seno de la UE.

La respuesta húngara llegó por boca del jefe de gabinete de Orbán, Gergely Gulyas, quien considera que Bruselas comete un "error" al mantener las mismas tesis que la oposición interna, que salió derrotada de los comicios parlamentarios del domingo.

En este sentido, ha recordado en declaraciones a la agencia MTI que el Fidesz de Orbán obtuvo un amplio apoyo, al igual que las tesis del Gobierno en el referéndum convocado para sondear la opinión ciudadana sobre la prohibición de difundir contenido LGTBI ante menores de edad.

Gulyas ha apelado al diálogo con Bruselas y ha instado a no "castigar" a los votantes húngaros que no expresaron en las urnas opiniones que irían más acorde con las tesis de la Comisión, según informa la prensa oficialista.