
El ministro José Manuel Albares acompaña el envío de ayuda humanitaria a Gaza, asegura el Ministerio de asuntos exteriores en un comunicado público... bueno, acompaña la ayuda hasta Barajas, no más. Las poses de 'Chiquitín' Albares empiezan a resultar muy divertidas.
Trump no es idiota. No pretende sacar a la fuerza a dos millones de personas de Gaza y llevarlas a no se sabe dónde. Porque resulta que nadie las quiere, ni tan siquiera sus hermanos palestinos de Cisjordania.
Lo que quiere es desarmar a los terroristas de Hamas y aislarlos de un pueblo ya bastante fanatizado, como es el palestino de la Franja. Y les dice que se vayan libremente, pero eso es difícil porque la solidaridad árabe no da como para acoger a los palestinos, Todos recuerdan allí el septiembre negro de 1970, en Jordania, cuando el hermano musulmán Sadam Husein, antes de que le derrocaran los milicianos de la OLP cargó contra ellos y los expulsó del país, en una ofensiva sorpresa y muy, muy sangrienta. Ojo, que, al menos, Yaser Arafat era una guerrillero, no un terrorista.
Hablamos, además, de un pueblo, el gazatí, con unos líderes que se dedican a asesinar hombres y mujeres judíos, a violar a mujeres judías y a degollar a bebés judíos, en un ataque cobarde, un 7 de octubre, tras el que corrieron a esconderse detrás de sus mujeres y sus niños, mientras acusan a Israel de crímenes de guerra cuando pasan por encima de sus mujeres y sus niños para llegar hasta ellos.
Pues bien, han pasado 15 meses desde el 7 de febrero de 2023 y todavía no he escuchado a ningún palestino de la Franja, un poquito representativo, condenar la matanza del día de Nuestra Señora del Rosario.
Han pasado 15 meses desde el 7 de febrero de 2023 y todavía no he escuchado a ningún palestino de la Franja, un poquito representativo, condenar la matanza del día de Nuestra Señora del Rosario
Y ahora se rasgan las vestiduras como cerró son las vestiduras, con el acompañamiento de tantos medios occidentales, por ejemplo de RTVE, porque Donald Trump pretende que se marchen de la franja para poder reconstruirla sin asesinos ubicados detrás de los muros.
Que se marchen libremente, y que, a su regreso, curados de fanatismo, puedan convivir con los israelitas. ¿Genocidio? Sí, el que pretenden los palestinos con los miembros de la raza judía.
¿Entonces, ¿me gusta el plan de Trump para Gaza? No, huele demasiado a ingeniería social pero mentiría si dijera que ahora es posible la paz entre ambas religiones y con el Cristianismo, que es la religión mas perseguida en Oriente Próximo.
Mienten los idiotizados medios occidentales cuando afirman que el plan de Trump pone en peligro la entrega de rehenes. Pues bien, Hamas se ha comprometido, en el presente alto el fuego, a liberar a tres rehenes israelíes por semana. Considerando que quedan 79 prisioneros civiles, el último sería entregado dentro de medio año.
¿Y a estos señores es a los que hay que ayudar?
Más medidas de Donald Trump. Ha reducido a mínimos la agencia de ayuda oficial al desarrollo del gobierno norteamericano. Rasgado de vestidura en Europa.
La Casa Blanca expone algunos de los gastos absurdos de la USAID: “2 millones para cambios sexo en Guatemala, 6 millones para financiar el turismo en Egipto, 20 millones para un nuevo espectáculo de Barrio Sésamo en Irak, 4,5 millones para combatir la desinformación en… pic.twitter.com/GfmExF70UU
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) February 5, 2025
En primer lugar, reducir plantillas de burócratas repartidores de subvenciones públicas a ONGs no significa reducir el volumen de las ayudas.
El Derecho Internacional nació con la Declaración de los derechos del hombre de 1948. Hoy se ha convertido en el derecho al aborto, justo su contrario
Pero es que, además, y esto es mucho más grave, toda la ayuda pública al desarrollo se vehícula a través de ONGs. Dependiendo de a lo que se dediquen, esto suena mal. La ayuda podrá, digo podrá, ayudar al desarrollo o no porque aunque se dediquen esas ONG's a lo que se debe dedicar, qué ya ma extraña, cabe la posibilidad de que contribuyan más bien poco al desarrollo de los pueblos. Sí, aquí Trump también acierta.
Otrosí: sanciones contra los miembros de la Corte Penal Internacional que hayan colaborado, por ejemplo, en la orden de búsqueda y captura contra Benjamín Netanyahu por crímenes de guerra. Esto de la Corte Penal Internacional, concreción del derecho internacional -otra milonga-, tiene su enjundia: ellos pueden dictar una orden para detener al primer ministro de un país si sobrevuela el espacio aéreo de cualquier otro país miembro de la Corte Penal Internacional. Y eso aunque ese primer ministro lo sea de una nación que no admite la corte penal internacional.
Pues ahora resulta que el presidente norteamericano es poco menos que un salvaje por dictar esas sanciones. Y por cierto, tampoco sé cuáles son o en qué consisten. Para entendernos, el derecho internacional no es más que un invento del Nuevo Orden Mundial (NOM) para conseguir su anhelado proyecto de un gobierno mundial que atente contra la civilización cristiana. Si las jurisdiciones son todavía de soberanía nacional, introducir una cuña internacionalista no solo resulta peligroso es que resulta imposible. La corte penal internacional genera así muchos más injusticias que las que presuntamente intenta resolver.
El ejemplo lo tienen en Naciones Unidas. La declara la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, organismo fundacional de Naciones Unidas, un avance increíble en el progreso humano. Esa Declaración consagró el primer derecho de todos los derechos del hombre, el derecho a la vida... hoy convertido en el propio seno de Naciones Unidas, en su contrario, el derecho al aborto, es decir a la muerte del ser más inocente y más indefenso: el concebido y no nacido. El derecho internacional nació de pié, hoy en día anda recostado entre la mugre.