Contábamos ayer en Hispanidad, que la mañana del miércoles, don Pedro Sánchez estaba en Málaga, y aseguraba que ya son 134.000 los ucranianos en España. Y recordaba que que son cuatro los centros de acogida abiertos en España, en Madrid, Barcelona, Alicante y Málaga.

El presidente mostraba su "orgullo de país" por la acogida que se les está prestando. Sánchez continuaba su intervención, y afirmaba que en la primera semana de marzo el sistema de acogida en España "tenía unas 6.000 plazas y hoy está por encima de las 24.000, de ellas 18.000 ya ocupadas". 

El presidente insistía en que 134.000 refugiados ucranianos han llegado a España, y de ellos, alrededor de 64.000 se han acogido a la orden de protección temporal desde que comenzó la guerra. Pues señor Sánchez, no se a usted, pero a mi los números no me salen. 

Y es que los datos parecen raros, ¿o es que acaso se refiere a los ilegales que ya estaban en España, y que ha abierto la mano para que se legalicen o a refugiados reales, que huyen de la guerra en Ucrania? 

Recordemos que en marzo, bajo la nieve de Letonia y acompañado de los primeros ministros de Letonia y Canadá, nuestro presidente anunciaba que España acorgería 12.000 refugiados, y ahora son 134.000, pero solo 18.000 las plazas ocupadas en los centros de acogida en España. A la vista de estos datos, los 116.000 ucranianios que según el presidente han llegado a España, pero no están en centros de acogida que el Gobierno ha habilitado, ¿dónde están? 

Lo dicho, los números parecen raros y más cuando se consultan los datos de Ucranianos en España. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2021, 112.034 personas con nacionalidad ucraniana residían en España. Según Eurostat, eran 107.234 los ucranianios que vivían en España. Insistimos, ¿134.000 refugiados de la guerra o ilegales que ya estaban en España?

En cualquier caso, Sánchez sigue haciendo alarde de su solidaridad, y vende como todo un éxito la acogida, eso sí, los refugiados ucranianos tendrán que aprender ideología de género y diversidad sexual, faltaría más.