Desde que el 20 de enero de 2017, Donald Trump jurase el cargo de Presidente de los Estados Unidos, ni un solo día ha cesado la campaña contra su gobierno y su persona. Sobre todo, contra su persona. Ningún presidente ha sufrido tantos ataques por tan diversos frentes. Desde una campaña permanente de desprestigio contra él y su familia, pasando por la farsa de la trama rusa y un proceso de impeachment, hasta la promoción de la violencia y saqueos por grupos organizados que causan el pánico a lo largo del país. Con un único objetivo: acabar con Trump. En la crónica de hoy, analizamos cómo, cada semana, los medios de comunicación junto con el Partido Demócrata, inventan nuevos ataques contra el presidente.

Esta semana, la revuelta contra Trump llega al ámbito escolar. Desde la vuelta del verano, la Administración Trump ha promovido el imprescindible regreso a las escuelas de los alumnos estadounidenses. Desde el Partido Demócrata se está buscando torpedear este objetivo por criterios estrictamente políticos, no de salud. El mejor ejemplo lo hemos tenido esta semana con las declaraciones de Barbara Ferrer, la directora de Salud del Condado de Los Ángeles, que en una entrevista ha afirmado que “los centros escolares no se abrirán hasta después de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre”. Sorprendentes declaraciones por parte de la responsable de la salud pública de la primera ciudad de California y segunda de Estados Unidos. Según la misma, el criterio para el regreso a las escuelas no es la mayor o menor propagación del virus, sino que se produzca después de la fecha de las elecciones presidenciales.

Pero no acaba aquí la revuelta contra Trump en las escuelas de California. A principios de semana se conocía que, en los colegios de California, el Estado más poblado de EEUU y principal feudo demócrata, se está implantando en las escuelas el denominado “Proyecto 1619”. ¿Qué es el “Proyecto 1619”? Se trata de una teoría formulada por la periodista afroamericana del New York Times, Nikole Hannah-Jones, que pretende introducir la ideología racial en el ámbito escolar. El nombre 1619, deriva de que, según esta teoría, la historia de los Estados Unidos no comienza en 1776 con la Declaración de Independencia Americana, sino en 1619, cuando los primeros esclavos fueron vendidos a los colonizadores británicos en Norteamérica. Según esta teoría, el único propósito por el que nació Estados Unidos fue el de preservar la esclavitud. El Presidente Trump ha anunciado que retirará la financiación a los centros escolares que promuevan esta doctrina, que no solo supone una afrenta y un insulto a la historia de Estados Unidos sino que, como señalan los historiadores, carece de cualquier tipo de fundamento histórico. El propósito que buscan los demócratas es claro. Junto con la introducción de la ideología de género, pretender introducir también la ideología racial para lavarles el cerebro a los adolescentes estadounidenses.

El proyecto 1919 consiste en pervertir a los adolescentes norteamericanos, inoculándoles el odio racial

El siguiente bulo anti Trump de esta semana sería que, según la revista Atlantic, el presidente habría calificado en privado como “perdedores y fracasados” a los soldados estadounidenses que combatieron en la Primera Guerra Mundial. Por supuesto, el semanario no aporta prueba alguna de ello. Dichas afirmaciones han sido desmentidas por el ex Director Adjunto de Gabinete de la Casa Blanca, Zachary Fuentes, que ha afirmado que jamás escuchó al Presidente referirse de manera despectiva hacia los militares. También cuestionó precisamente que esto pudiera ocurrir en la Administración Trump, que es la Administración estadounidense que ha designado a más militares para altos cargos gubernamentales.

Ultimo bulo: Trump calificó de "perdedores" a los soldados estadounidenses que pelearon en la I Guerra Mundial

Es curioso que este bulo tan lamentable como falso, sea difundido precisamente la misma semana que el Presidente Trump anuncia que retirará gran parte de los soldados estadounidenses que todavía quedan en Iraq. Ello supone una nueva promesa electoral cumplida por el presidente que anunció que durante su presidencia, EEUU no entraría en ningún conflicto bélico y que se retirarían gran parte de las tropas en el exterior. Llama la atención que los “pacifistas demócratas” no se hayan hecho eco de esta positiva noticia. Pero ya se sabe, si algo viene de Trump debe ser atacado, sea lo que sea.

No lo duden, de ganar los demócratas en noviembre, cesará la pandemia, reabrirán las escuelas y EEUU dejará de ser una “nación racista”. Y si se inician guerras, que Trump no ha iniciado ninguna, será para conseguir la paz en el mundo.