Así se las gasta la China de Xi Jinping, la segunda potencia mundial: golpes con varas eléctricas y torturas en sillas que fracturan los huesos
Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, desde abril de 2017 China estableció una red de campos de detención e internamiento en Xinjiang, en los que ha encarcelado a más de un millón de uigures, kazajos, huis, miembros de otros grupos musulmanes y también a cristianos, recuerda Aciprensa. Los uigures son una etnia minoritaria en el noreste de China y son principalmente musulmanes. La mayoría de personas en los campos de detención pertenecen a este grupo.
Y ahora se están conociendo testimonios sobre la brutalidad de los chinos en estos campos de detención e internamiento.
Tursunay Ziyawudun, una mujer de 42 años de la etnia uigur y que estuvo dos veces en un campo de detención en Xinjiang en China, hizo un estremecedor relato de la violencia física y sexual que sufrió allí. Denunció que los detenidos en estos campos son adoctrinados políticamente, torturados, abusados sexual y físicamente, esterilizados y sometidos al trabajo forzoso.
El actual Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha dicho que China está llevando a cabo un genocidio en esta región, algo similar a lo que dijo en su momento el ex Secretario de Estado, Mike Pompeo.
El actual Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha dicho que China está llevando a cabo un genocidio en esta región, algo similar a lo que dijo en su momento el ex Secretario de Estado, Mike Pompeo
Otra superviviente de los campos chinos, Gulzira Auelkhan, compareció ante una comisión del Congreso. Ella fue arrestada en 2017 y estuvo en cuatro campos distintos. Finalmente se le permitió salir en enero de 2019.
En varias ocasiones fue golpeada con varas eléctricas si ella u otra persona se demoraba más de dos minutos en el baño. Otro castigo era sentarse durante 14 horas en la llamada “silla tigre”, un asiento de hierro en el que el detenido es inmovilizado con barras de acero que presionan sus huesos hasta casi fracturarlos. Si el castigado se duerme le echaban agua fría para despertarlo. En esta tortura el detenido no recibe comida y debe hacer sus necesidades allí.
En la cumbre también participó el representante por Nueva Jersey, Chris Smith, quien dijo que “el genocidio (del presidente de China) Xi Jinping incluye la desaparición forzosa de millones de uigures que son llevados a los campos de concentración”.
En estos campos, prosiguió, también se “somete a la esterilización a las mujeres uigures, se aborta a sus hermosos bebés y secuestran a los niños uigures para llevarlos a orfanatos lejos de casa donde son criados con otras costumbres no uigures. Todo esto calza con la definición de genocidio”.
“El Partido Comunista Chino está sistemáticamente borrando al islam en China, destruyendo mezquitas y santuarios, reprimiendo severamente la práctica religiosa y forzando a los detenidos en los campos a renunciar a su fe”, lamentó Smith.