Ocurrió a principios de esta semana en un acto de condecoración de dos mujeres generales del Ejército estadounidense con la categoría de cuatro estrellas. El presidente Joe Biden pierde el hilo y es incapaz de recordar el nombre de su propio secretario de Defensa, el general Lloyd Austin. Tras varios intentos fallidos, se acaba refiriendo a él como “el tipo que lleva ese atuendo ahí”.

Durante toda la campaña presidencial, y ahora en la Casa Blanca, el estado de salud de Joe Biden ha sido uno de los temas más recurrentes que la progresía mundial ha buscado a toda costa silenciar. Lo cierto es que la agudeza mental del actual inquilino de la Casa Blanca parece no pasar por su mejor momento ya que el episodio ocurrido esta semana y los continuos “despistes” y “olvidos” del mismo, se repiten cada vez con más frecuencia.

Analicemos los últimos capítulos.

Hace escasas semanas, en una visita al Estado de Texas, que estaba sufriendo el peor temporal de su historia reciente, Biden apareció ante los medios. En la comparecencia, a duras penas alcanzaba a recordar el nombre de los congresistas de su partido que le acompañaban y, tras un “arduo” esfuerzo, acaba por perder el guion y afirma aparentemente desorientado: “¿Qué estoy haciendo aquí?”

Nada más alcanzar la presidencia en una entrevista con preguntas de ciudadanos, Biden de nuevo se “lía”, esta vez a la hora de responder acerca de las vacunaciones, señalando que no había vacunas cuándo él llego a la presidencia en enero de 2021, indicando a continuación que él se había vacunado en 2020, y que en el último día de mandato de Donald Trump había un millón de vacunados en EEUU. ¿Trabalenguas o adivinanza Joe?

Estos ejemplos de actitudes erráticas por parte del presidente Biden también se verificaron durante la campaña electoral, y fueron objeto de silencio y censura por parte de la progresía mediática. Así, en una comparecencia sobre el Covid-19, el entonces candidato Biden afirmaba: "El COVID se ha llevado este año, solo desde el brote. Ha tardado más de 100 años. Mira, aquí están las vidas. Es sólo es solo piénsalo". Una muy profunda reflexión acerca de la pandemia, no cabe duda.

No fue esta sin embargo la única actitud sorprendente de Biden durante la campaña. En una intervención con su esposa Jill confundió a su contrincante, el entonces presidente Donald Trump, con el expresidente republicano George W. Bush. No es que se parezcan mucho físicamente el neoyorquino Trump y el texano Bush, pero ya se sabe, hay quién encuentra parecidos en todos partes.

Sin duda, podríamos citar más casos de frases sin sentido o episodios de desorientación del presidente Biden. Desconocemos cuál es el estado exacto de salud del presidente. Sin embargo, no cabe duda que quien más contenta debe estar es la vicepresidenta, Kamala Harris, quien intuye que más pronto que tarde podría convertirse en presidenta de EEUU, sin necesidad de elecciones. Algo muy bueno para Kamala, dado que las campañas electorales no son su fuerte. Recordemos que su campaña presidencial en las primarias demócratas del año pasado fue un auténtico desastre, que ni siquiera sobrevivió a las primeras votaciones, eso sí, le dio tiempo a llamar racista y acosador sexual a su ahora presidente.

¿Qué te ocurre Joe?